El Unicaja visita el Fernando Martín antes del parón copero y las Ventanas FIBA. Tres semanas muy jugosas para que Ibon Navarro siga construyendo sus bases, pero que ya pudimos ver el pasado domingo algunos brotes verdes. «Quiero ver al equipo en Fuenlabrada», sentenciaba el técnico de Unicaja tras caer dignamente ante el Real Madrid. Una fecha marcada en rojo para el resurgimiento deportivo de la entidad.
Hay aroma de final para los cajistas, no por el efecto que pueda suponer en una clasificación, pero sí que una victoria generaría una ilusión muy necesaria para afrontar estos tres meses de competición. Romper esa sequía lejos del Carpena, ya atrás queda ese triunfo en San Pablo ante el Real Betis; son cinco tropiezos como visitante y nueve de los últimos diez. Y por supuesto apurar esas opciones ínfimas de acceder al playoff. Todo pasa por ganar en el Fernando Martín, un escenario que se le ha dado bien recientemente a los malagueños: tres triunfos seguidos suma el Unicaja en Fuenlabrada.
Los de Ibon Navarro se las verán con un Urbas Fuenlabrada que coquetea con la zona de descenso, un balance de 7-13, mismo número de victorias que los cajistas. Un aliciente triste que añadir: curso en el que madrileños y malagueños son rivales directos para huir del peligro.
Una plantilla en la que militan algunos rostros familiares: Ray McCallum, Dragan Milosavljevic y Christian Eyenga conforman parte de la columna vertebral en los de Raventós. Obi Emegano, tercer máximo anotador de la competición (17.1) y el líder de los madrileños, se perderá la cita. Si estarán los Leo Meindl, Kyle Alexander y compañía.
49 veces se han visto las caras Fuenlabrada y Unicaja: 36 victorias para los malagueños y solo 13 para los fuenlabreños. En el Carpena se impusieron los locales por 90-86, con actuaciones estelares de Tim Abromaitis y Darío Brizuela; el día que Norris Cole se puso en entredicho por su polémico final de partido.
