Eléctrico y entretenido primer cuarto mostrado en el parqué malagueño. El arranque fue demoledor para los murcianos. El Unicaja se agarraba a los minutos magistrales de Alberto Díaz que puso hasta ocho puntos (9-5). El arsenal ofensivo de los malagueños no se vio frenado. Al contrario, muy buenas defensas de los de Ibon Navarro hacían que la renta empezara a subir y subir. Un parcial de 11-2 dejaba a los locales con un 15-7 en el marcador. Antes, un momento clave del partido, la segunda falta de Alberto Díaz a 5.50 del primer cuarto. Las primeras complicaciones para los de Navarro, pero fueron solventadas con eficacia. El malagueño se tuvo que marchar y entró en pista Matt Mooney. De nuevo, buenos minutos del jugador americano.
El acierto exterior seguía siendo óptimo y el Unicaja castigaba desde la línea exterior. Alonso anotaba dos triples consecutivos y gran renta cajista (24-11). Alto nivel anotador que ganaba actores secundarios. El Unicaja firmaba sus mejores minutos en el Carpena y el público se divertía. En los de Sito Alonso dos acciones de talento y potencia de Davis evitaban que al menos se rompiera el encuentro en los primeros diez minutos (30-15).
El segundo cuarto lo arrancó el propio Doctor Jekyll vestido de murciano o de Mr. Hyde en clave cajista. Los malagueños pasaron de anotar todo, a tener problemas de cara al aro. David y Radovic lideraban la reacción de los murcianos. De ganar de quince a empezar a sufrir. Un demoledor parcial de 4-14 hacía reaccionar a los de Sito Alonso. Precisamente, el técnico visitante vio una técnica y ahí el encuentro volvió a virar de rumbo. (39-29).
El Unicaja recuperó sensaciones y ventaja en el marcador. Tiempo muerto en pista ante la reacción malagueña. El Carpena se metía de lleno por el empuje de sus jugadores. Díaz y Guerrero lideraban el buen momento de los de Ibon Navarro, pero McFadden con un nuevo triple, el tercero en cuatro intentos, recortaba distancias (41-34).
El UCAM veía que podía hace sangre y mantener la renta a tono. Los malagueños entraron en momentos de dudas y no veían el aro con facilidad. Un triple de Sadiel Rojas ponía punto y final a la primera mitad (49-42). El Unicaja se dejó llevar y no finiquitó a un combativo UCAM Murcia.
Guerra de artilleros
El tercer cuarto fue casi un mano a mano entre Brizuela y McFadden. Ambos jugadores tiraron del carro ofensivo. Sobre todo el vasco para el Unicaja. Un duelo al más puro lejano oeste. Pistoleros y creadores de puntos. El escolta cajista iniciaba la guerra, pero McFadden respondía. (60-56). Darío Brizuela volvía a asumir galones. Anotaba y anotaba. (65-56) y cuatro minutos por delante. El UCAM leyó bien la jugada. Aumentó la defensa en el jugador cajista y empezó a sufrir de cara al aro. Webb empezó a hacer daño con cinco puntos consecutivos y de nuevo, marcador apretado (65-61).
El Unicaja ya sin Darío Brizuela en la pista vio cómo las ideas ofensivas se cortocircuitaban. Alberto Díaz arañó dos tiros libres, pero el parcial fue demoledor 2-7. Una buena defensa de Nzosa evitó la canasta final del UCAM Murcia.
Final de infarto
Partido intenso. Lucha titánica en cada rebote. Ahí UCAM Murcia seguía con vida. Un factor clave, al igual que iba a la línea del 4,60 con facilidad. Lima falló los dos. Balón de oxígeno para los malagueños. Un robo posterior de Davis fue respondido con un tiro excelente de Abromaitis. Lima palmeó y volvió a dejar en ventaja a los de Sito Alonso. Renta ampliada para con los dos tiros libres a 1:36 para el final (83-86).
Abromaitis ponía a tiro al Unicaja tras anotar los dos tiros libres. Una polémica falta en ataque del UCAM Murcia permitía a los malagueños recuperar la vida. Falta a Guerrero. Dos tiros libres para el marbellí. Erró los dos, pero los malagueños recuperaron la posesión tras la pérdida número 20 de los de Sito Alonso.
Mooney penetró pero no estuvo acertado. La bandeja se pasó de rosca, pero anduvo pillo Abromaitis y anotó a falta de nueve segundos. (87-86). Todo un mundo para el equipo murciano. McFadden se lanzó el tiro decisivo pese a la defensa de Alberto Díaz. No perdonó y entró. Luego a la heroica lo intentó Mooney, pero no hubo suerte (87-88)