La visita al Fernando Martín está a la vuelta de la esquina, el último compromiso antes de la Copa del Rey y esas Ventanas FIBA. Unicaja viaja a Fuenlabrada con la moral alta, pese a perder ante todo un Real Madrid, previsible, pero la versión que mostró el equipo en los cuarenta minutos dan lugar a la esperanza. Un pabellón difícil ante un equipo con varios viejos conocidos en su plantilla. Será la noche de los reencuentros en Fuenlabrada.
El conjunto del sur de Madrid se hizo con Dragan Milosavljevic, una de las operaciones más peculiares en la historia reciente de Los Guindos. El serbio se pasó casi dos temporadas pendiente de su rodilla izquierda. Un día después de jugar ante el Unicaja, se cumplirá un año desde que dejara de pertenecer al club malagueño. Muchos se acuerdan del partidazo del escolta en la Fonteta en el curso 18/19: 28 puntos y 6/7 en triples.
El Unicaja también tendrá enfrente a Ray McCallum, un jugador que pasó sin pena ni gloria por el Carpena tras su pasado NBA. Su carrera fue en picado y ahora, a los 31 años, tiene una oportunidad en Fuenlabrada para hacer carrera en la mejor liga de Europa. El de Wisconsin firmó el pasado 6 de febrero por un mes, ya con tres partidos a sus espaldas.
Sin olvidarnos de Christian Eyenga, excajista y el líder carismático del conjunto de Raventós. Un Fernando Martín que se le da bien a los malagueños: tres victorias consecutivas y en busca del póker. Aunque el contexto de mañana es distinto al de temporadas anteriores. Reencuentros y un breve paso por Fuenlabrada crucial para el devenir de este Unicaja.
