La llegada de Ibon Navarro ha acentuado el optimismo en el Unicaja, hasta el punto que se perciben opciones reales de cumplir los dos grandes objetivos hasta final de temporada: entrar en playoffs de la Liga Endesa y optar a esa Final Four de la BCL. «Son chulos», tal y como comentaba Darío Brizuela hace unos días. El triunfo en Fuenlabrada no solo marca un punto de inflexión, sino un chute de moral a toda la entidad. Ahora es momento de consolidar la llegada del vasco, apuntalar la plantilla si es necesario, y afrontar estos tres meses de competición con todas las garantías.
El Unicaja no volverá a la competición hasta el próximo 5 de marzo: recibir a un rival directo como UCAM Murcia, precisamente el actual octavo clasificado de la competición (10-8). Los malagueños son duodécimos con un balance de 8-12. Difícil recuperar tanto terreno en menos de una segunda vuelta, pero el calendario es favorable en las cinco próximas jornadas: además de la visita de los de Sito Alonso, viajar a Santiago, jugar con Gran Canaria en Las Palmas y recibir a Betis y Bilbao Basket en el Carpena. Un mes de marzo frenético que va a dilucidar si este Unicaja está hecho para poder pelear por playoffs.
Cinco jornadas marcadas en rojo. Si los de Ibon Navarro son capaces de hacer pleno, aprovechando estos cruces con equipos de la zona media, las chances de acceder a la segunda fase de la competición serían más que factibles. Pero si hay un equipo no hecho para los pronósticos, es el Unicaja. Las cuentas salen y no es descabellado pensar que una buena dinámica pueda catapultar definitivamente a los malagueños.