Ray McClallum será recordado en el Carpena como uno de los fichajes más decepcionantes del último lustro. Un base con un potencial tremendo, indiscutible que tiene unas grandes cualidades, pero que nunca ha sabido hacerse un hueco en Europa; y con el as de haber jugado en NBA, que inevitablemente abre muchas puertas. A sus 30 años, se vuelve a desligar de nuestro baloncesto al no renovar con el Urbas Fuenlabrada (el conjunto madrileño le firmó por un mes). Ahora Ray McCallum inicia otra aventura: jugará en BCM Gravellines francés hasta final de temporada.
El de Michigan se enfrentó a su exequipo hace diez días en el Fernando Martín: no fue capaz de anotar en los cuatro minutos que pisó el parqué. Ahora Ray McCallum ficha por el duodécimo clasificado de la la LNB.