El damnificado de la posible llegada de un pivot al Unicaja tiene nombre y apellidos. En Los Guindos siguen confiando en el potencial de Rubén Guerrero, pero desde el club consideran que una cesión le ayudaría a explotar como jugador, condiciones tiene. Juanma Rodríguez aún tiene que cerrar el sustituto antes de dar salida al grande marbellí; en los despachos se trabaja para acelerar la llegada de Devin Williams, el principal candidato para reforzar la pintura cajista.
Antes hay que certificar que el de Ohio ya está recuperado de su lesión de sóleo. Si la operación sigue adelante, Guerrero se quedaría fuera de la rotación. Hay equipos de Liga Endesa que verían con buenos ojos la llegada del canterano: el Coosur Betis de Luis Casimiro apostaría por la cesión de Guerrero, el técnico manchego siempre ha sido un admirador de su potencial. Saldrían todos ganando, sobre todo el jugador, una oportunidad muy jugosa para por fin explotar y consolidarse en nuestro baloncesto.
Rubén Guerrero sabe lo que es jugar a un buen nivel este curso, sobresaliente a la hora de economizar sus minutos. Encadenó tres partidos seguidos con 10 o más de valoración: en el Wizink Center frente al Real Madrid, ante el Betis y frente al Joventut en el Carpena; en todos ellos rondando los quince minutos sobre el parqué.
Uno de sus valedores, paradójicamente, es Fotis Katsikaris. El heleno ha hablado del marbellí en varias comparecencias, la última fue a principios de diciembre: «Del tema de Rubén, lo primero es que es nuestro: de la casa. Queremos que crezca, que se convierta en el jugador que creemos que puede ser. A los jugadores grandes les cuesta madurar; hay fenómenos como Sabonis o Divac que explotaron muy jóvenes».
«Los grandes necesitan más tiempo que los exteriores. Queremos hacer todo con mucho cuidado con Rubén; le consideramos un jugador que puede crecer, y en el día de mañana que sea de los más importantes del Unicaja. Ahora bien, tenemos que valorar la situación del chico y el equipo: no es ni mucho menos un problema para nosotros , queremos que crezca y saque todo su talento«, recalca las esperanzas depositadas en el marbellí.