El Unicaja tiene muy complicado estar en la próxima Copa del Rey. Hay opciones, pero remotas. Los malagueños no dependen de sí mismos, una condición que perdió al caer ante el Joventut. Con un balance de 6-8, hay que esperar una carambola, con varios actores de por medio. La realidad es que los cajistas están cerca de decir adiós a uno de los grandes objetivos del curso. Un fracaso para muchos.
La primera premisa que se tiene que dar, obvia, es que el Unicaja gane los tres partidos que restan de primera vuelta: ir a Miribilla y recibir en el Carpena a Zaragoza y Valencia Basket. A partir de ahí, echar un vistazo a lo que hagan los tres equipos que están con siete triunfos: los taronja, Breogán y Gran Canaria. El triunfo de los gallegos ayer en la Fonteta dificulta aún más que salgan las cuentas.
El hándicap de los malagueños es que tienen el basket-average perdido, salvo con los canarios. En caso de que haya empate a victorias, el Unicaja estaría por detrás. Breogán y Valencia tendrían que perder tres de los cuatro que restan; hay que recordar que ambos están con un partido menos. y los de Porfi Fisac al menos uno. Todo esto dando por hecho que los de Katsikaris sacan adelante sus encuentros.
Hay alguna esperanza si le echamos un ojo al calendario, al haber enfrentamientos directos: un Valencia-Gran Canaria dentro de dos jornadas, que puede ser clave. El Breogán tiene que recibir al Fuenlabrada, Joventut, Baskonia y el derbi gallego ante el Obradoiro. Los de Moncho Fernández van a ser el juez de la Copa, al enfrentarse a estos tres equipos.
Valencia jugará en la Fonteta con los gallegos, ir a Tenerife, ese duelo con el Gran Canaria y viajar al Carpena. Los de Peñarroya tienen que perder al menos tres. Hagan sus apuestas.
Por último, el Granca recibe a la revelación del curso: el UCAM Murcia; luego ir a la Fonteta y acabar la primera vuelta nuevamente con el Obradoiro.
