Fotis Katsikaris protagonizó una de las imágenes más llamativas en la derrota cajista ante el Real Madrid. El heleno decidió parar el partido ante la dejadez de los malagueños, una ventaja de puntos que crecía con el paso de los minutos (76-60). Había que frenar la sangría de puntos de los blancos, con el basket-average como objetivo: un factor que puede ser determinante para estar en la Copa del Rey.
La arenga funcionó y el Unicaja fue capaz de apretar el marcador hasta los cinco puntos (79-74). Un parcial brillante de 3-14 para reducir daños, pero a tener en cuenta para un posible empate en esas últimas plazas coperas.