El Unicaja ya puede presumir de Ibon Navarro, sustituto de Fotis Katsikaris en el banquillo verde y morado. El técnico vitoriano se embarca en el proyecto más ambicioso y exigente de su carrera profesional: liderar la reconstrucción de todo un histórico como es el club de Los Guindos. Dependerá de cómo cale de aquí hasta verano, ya que la idea de López Nieto es empezar un proyecto desde cero en el mes de junio. Pero aún hay que cerrar este curso, quién sabe si puede servir para ya asentar unas bases; para eso ha venido Ibon Navarro, uno de los mejores técnicos del panorama nacional.
Es un técnico estudioso, trabajador y muy cercano con los jugadores, pero no quiere decir que no tenga carácter. En el Carpena, vamos a ver a un entrenador comunicativo con su plantilla. «Es importante captar lo que te dicen tus jugadores, algunos te lo verbalizan, otros lo expresan con la cara, depende, pero ellos son los importantes, son los que juegan», afirmaba Ibon Navarro hace algo más de un año en ‘Noticias de Álava’. Además, es licenciado en Ciencias Químicas, ya puede buscar la fórmula para levantar a los malagueños.
Más de siete temporadas como técnico jefe
Tiene la suerte de haber tenido grandes maestros, y uno de ellos ligado a la historia gloriosa del Unicaja: fue técnico ayudante de Sergio Scariolo en su corto periplo por Vitoria, en el curso 13-14. También ha aprendido de otros entrenadores de mucho prestigio en nuestro baloncesto: Dusko Ivanovic, el otro perfil que gustaba en Los Guindos; Velimir Perasovic, Paco Olmos o Neven Spahija, actual técnico del Baskonia.
En noviembre de 2014 inicia su etapa de entrenador jefe, sustituyendo a Marco Crespi en el Baskonia; los vitorianos acaban sextos en Liga Endesa y eliminados por el Unicaja en los playoffs. Josean Querejeta decide prescindir de Navarro y firma por Manresa, en el que milita dos temporadas; deja al conjunto catalán en LEB Oro.
En la 17-18, ficha por UCAM Murcia, también como reemplazo de Fotis Katsikaris. En el conjunto universitario hace una gran temporada: novenos a tan solo dos victoria de puestos de playoffs. El año donde Ibon Navarro se consagró en nuestro baloncesto y que le sirve de trampolín para marcharse al Morabanc Andorra, su etapa más fructífera en los banquillos.
Tres años y medio en el equipo del Principado, y algunos logros como unas semifinales de Copa del Rey en 2020, derrotado por el Unicaja precisamente; o un billete para jugar la fase final de la ACB en Valencia, también en ese curso, año en el que estalló la pandemia. También ha consolidado a los andorranos en la Eurocup.
El pasado 23 de enero, es destituido tras cinco derrotas seguidas y yendo antepenúltimo en Liga Endesa. Tres semanas después, firma por el conjunto de Los Guindos.