Las bajas de Tim Abromaitis y Carlos Suárez provocan el enésimo quebradero de cabeza para el Unicaja. Ibon Navarro tendrá que lidiar en este final de temporada sin dos piezas fundamentales: ya conocimos la dolencia del capitán en su gemelo, fuera para las cinco jornadas que restan de Liga Endesa; y el pómulo del norteamericano va a impedir que puede ayudar al equipo en ese objetivo por acabar décimo.
Con un juego interior que ya de por sí sufre con todos sanos, los malagueños pierden gran parte de sus argumentos en la zona, dos jugadores además que por su perfil son insustituibles. Al técnico vitoriano le tocará readaptar a un inspirado Barreiro en las últimas semanas como ‘tres’, a hacerlo como ‘cuatro’, una posición en la que claramente sufre pese a que puede contrarrestarlo con su carácter. El gallego completó una buena serie frente al BAXI Manresa, de los más destacados en los malagueños, con un buen papel también en ese triunfo del Palau; fundamental sobre todo en la parcela defensiva. Cameron Oliver es el otro nombre propio obligado a dar un paso adelante, aún en periodo de adaptación, pero destinado a asumir más galones.
La alternativa que queda es dar mayor protagonismo a Yannick Nzosa. Ibon Navarro ha contado más con el congoleño en esta última semana, aunque la realidad es que el joven está lejos de cumplir con lo que exige el técnico, algo desubicado en sus funciones en la pista. Más complicaciones en este último mes de temporada, con el objetivo en el horizonte de birlar esa plaza europea al Río Breogán.