Regresó la competición doméstica para el Unicaja, el penúltimo encuentro antes de llegar a los playoff de la Liga Endesa. La pelea por el cuarto puesto finalizó con una «derrota» para el plantel de Ibon Navarro. De esta manera, el Lenovo Tenerife será prácticamente el cuarto clasificado en esta liga regular. Los de verde y morado cambiarán el chip a partir de ahora y se centrarán en los playoff ante este mismo equipo, aunque antes tendrán que visitar Miribilla y esperar una sorpresa. El cuadro tinerfeño obligó al conjunto malagueño a dar su máximo potencial sobre el parqué del Martín Carpena. Asimismo, los locales no pudieron revertir esa diferencia de siete tantos que les da a los isleños el ‘basket average‘. La solidez de los aurinegros durante los cuarenta minutos decidió la cita clave por su lucha particular. Perry y Doornekamp fueron los más decisivos en sus respectivos equipos (75-71).
Balón al aire de Juan Carlos García y comenzó el cuarto choque de la temporada entre los malagueños y los tinerfeños. El Unicaja sabía de la importancia del enfrentamiento y entró muy concentrado al parqué del Carpena: con varias recuperaciones y transiciones muy rápidas. El liderazgo en el luminoso era para los locales, pero la segunda rotación visitante estaba dispuesta a revertir la situación. Pero había un nombre propio que no iba a permitirlo: Kendrick Perry. Intratable el base montenegrino en campo ofensivo, que obligó a Txus Vidorreta a parar su recital (13-7, a falta de 2:46 para concluir el primer cuarto). Una breve reacción llegó de manos de Fran Guerra, pero la línea del 6,75 iba a dictar sentencia en los primeros diez minutos de mano de Darío Brizuela y Tyson Carter (21-13).
La segunda intervención se convirtió en un toma y daca constante. Los nervios estaban a flor de piel y los colegiados tuvieron dar un aviso de falta técnica a Marcelinho Huertas, ya que estaba muy revolucionado. El banquillo isleño empezó a tomar responsabilidades desde la larga distancia (Bruno Fitipaldo y Sasu Salin), por lo que Ibon Navarro decidió dar un toque de atención a sus pupilos. Los puntos caían en el aro cajista y se acercaban los visitantes en el luminoso. Uno de los excajistas, Sasu Salin, hacía uso de su especialidad: el triple. El esférico no paraba de atravesar la red verde y morada, por lo que tras remontar el Lenovo Tenerife el parcial inicial el partido se fue con tablas a los vestuarios (34-34).
Tras volver del descanso la dinámica fue distinta a la de los primeros veinte minutos. El Lenovo Tenerife tomó los mandos del encuentro. Dominó en el electrónico el conjunto aurinegro, a pesar de los dos triples convertidos por parte del Unicaja: Alberto Díaz y David Kravish. Pero llegaron las dudas a la plantilla de Txus Vidorreta. No le quedó más remedio al entrenador visitante que sentar a los suyos (48-44, a falta de 4:50 para terminar el tercer período). El que iba a abandonar antes de lo previsto la pista sería Ibon Navarro, que no iba a terminar el partido tras ser castigado con dos faltas técnicas en el transcurso del cuarto. El que sí lo iba a acabar era Kendrick Perry. Y de qué manera, con el peso del equipo en sus hombros, y con una renta de ocho tantos.
Qué último cuarto se presentaba en el Carpena. El Unicaja peleando por recuperar la cuarta plaza, mientras que los tinerfeños la querían defender. Fue entonces cuando la veteranía salió a escena. Will Thomas, un día más en la oficina del poste bajo, dando un clínic. Pero enfrente había un rival que también sumaba desde el arco del triple, vía Joan Sastre y Aaron Doornekamp. Turno esta vez para que acertase otro de los excajistas sobre el parqué, Jaime Fernández. El madrileño bajó la renta de nueve puntos a seis. Diferencia de tantos que no servía a los cajistas, por lo que Ángel Sánchez-Cañete dibujó una jugada de pizarra que no funcionó. Finalmente, triunfo de los malagueños ante el Lenovo Tenerife que no les permite tener el ‘basket average’ a favor para luchar por la cuarta plaza (75-71).
