Rubén Guerrero podría volver al Unicaja dentro de dos temporadas, una bala que se guarda el club en el caso que explote sus condiciones en el Monbus Obradoiro. El marbellí se quedó sin hueco en la nueva estructura cajista. Sus características no se adaptaban a la nueva filosofía con la que se ha dotado a la plantilla 22/23, por lo que el canterano tuvo que decir adiós a Málaga antes de lo esperado, no de forma traumática porque Guerrero ha encontrado un acomodo interesante para los próximos cursos. En el Fontes Do Sar será el segundo pívot de la rotación, por detrás de Marek Blazevic. Antonio Jesús Lopez Nieto ha confirmado esa opción para el verano de 2024, justo cuando acaba su vinculación con el conjunto gallego.
«Con Rubén tenemos la opción de recogerlo dentro de dos años. Francis Alonso ha preferido no contar con esta preferencia, pero si en el día de mañana decide lo contrario, esta es su casa porque es donde se ha criado. El ejemplo es el Joventut, que los jugadores se marchan y luego vuelven. O Augusto Lima en nuestro caso. Aquí no tiene nadie cerrada la puerta», decía el presidente del Unicaja en el micrófono rojo.