Sigue el sueño copero para el Unicaja. El transatlántico blanco naufragó en Badalona ante un inconmensurable conjunto verde. David Kravish y Dylan Osetkowski cogieron el testigo de Brizuela y Perry y tiraron del carro cajista (como hicieron en los cuartos de final). El Real Madrid no estuvo acertado de cara al aro, ni desde el 6,75 ni en la pintura. Una cita de semifinales de lo más atractiva, pero con el marcador soñado por todos y cada uno de los malagueños (82-93). El Unicaja revienta al Madrid a golpe de Kravish.
El Unicaja empezó con una misión en mente, acribillar el aro madrileño a base de triples. Y consiguió llevarla a cabo, gracias a Tyson Carter, Kendrick Perry y David Kravish. Pero el conjunto de Chus Mateo encontró una figura crucial para mantenerla la pelea de tú a tú al Unicaja: William-Goss. Este tomaría asiento y en su lugar tomó las riendas Dzanan Musa (máximo anotador del primer cuarto con 6 puntos). Las faltas a destiempo de los verdes les penalizaron, y el bonus hizo que se marchasen dos puntos por debajo en el luminoso (19-17).
Los segundos diez minutos se volvieron a convertir en un toma y daca, pero en todo momento favorable al equipo de la capital. Hasta tal punto que Ibon Navarro tuvo que tomar cartas en el asunto: pidió un tiempo muerto a falta de 6:07 para la conclusión de la primera parte, porque lo que estaba viendo sobre el parqué no le estaba gustando. Y, nuevamente, el bonus iba a determinar el período. Gabriel Deck y Edy Tavares acudieron al 4,60 en varias ocasiones para recortar diferencias. De interiores iba la cosa, por lo que David Kravish también decidió aparecer en escena con dos mates impresionantes. Finalmente, tablas en el marcador al descanso tras una revisión de los colegiados. Tyson Carter convirtió una bandeja sobre la bocina que, una vez vista en el Instant Replay, estaba fuera de tiempo.
La vuelta a pista tuvo un nombre propio: Will Thomas. El de Baltimore pisaba pintura y tocaba todos los balones del Unicaja en campo ofensivo. A él se le unieron Dylan Osetkowski y Tyler Kalinoski, y sumaron un 2+1 y un triple para la máxima diferencia del encuentro: 50-58 a falta de 4:10 para entrar en el cuarto cuarto. Asimismo, Chus Mateo tuvo que parar el recital anotador de los de verde y morado. Tavares se encargó de cortar el parcial, que más adelante volvería a aumentar. Kravish se convertía en un gigante, tanto dentro como fuera de la zona. El Unicaja realizó un parcial inmaculado, y llegó al los minutos de infarto con el luminoso a favor (59-66).
La tensión se palpaba en el ambiente, tanto que Óscar Perea sancionó al Real Madrid con una técnica. Jugada que terminó siendo de cuatro tantos: un tiro libre de Brizuela y un triple de Melvin Ejim. Los nervios del “favorito” se notaban sobre el parqué catalán. Ni con los tiempos muertos de su entrenador reaccionaban. Los triples perforaban el aro blanco hasta elevarse el Unicaja por encima de los doce de ventaja. El cuadro blanco no se rendía, ni mucho menos, y una antideportiva de Melvin Ejim les volvía a meter en el choque. La solidez cajista no cambiaba, y el marcador tampoco. Paso a paso, el club malagueño se acercaba a la final del torneo. Y David Kravish terminó de apuntillar al Madrid. Final en el Olímpico del Badalona, el Unicaja es el primer finalista de la Copa del Rey tras eliminar al Real Madrid y al Barcelona (82-93).