Radio Marca Málaga dedica un programa especial a José María Martín Urbano, tristemente fallecido en la tarde de este miércoles. Dirigido por Antonio Jesús Merchán, en una nueva entrega de ‘Marca Basket, 40 años de verde y morado’ y donde se pasaron por el micrófono rojo los mejores protagonistas para dedicar su particular homenaje: Antonio Jesús López Nieto, Pedro Ramírez, Diego Gómez, Paco Valverde, Juanma Rodríguez, Sergio Scariolo, Mariano Pozo, Carlos Cabezas, Rafa Pozo, Sergio Cortés, Emilio Fernández, Dany Fernández, Ettore Stecchini y Francisco Salado.
Antonio Jesús López Nieto, presidente del Unicaja: «No voy a contar de momento anécdotas. Para nosotros es un momento de dolor, de sorpresa. Yo ayer y toda la semana he hablado con el por muchos motivos. Ha tenido una ruta final como cofrade en Vélez, ayer en la comida con Paco Rengel, y por la noche en el Carpena con su Unicaja. Una buena despedida para él, pero tendría que haber sido mucho mas tarde. Tiene todo el apoyo y reconocimiento de los que forman el Unicaja. Ahora lo que toca es hablar de la figura tan seria y positiva como José María Martín Urbano. Sigo sin dar crédito a lo que pasó ayer. Era muy importante para Málaga. Hemos tenido por desgracia unas pérdidas muy grandes recientemente. Espero que la racha pare porque es muy duro. Martín Urbano tiene identidad para no ser comparado con nadie».
Pedro Ramírez, entrenador malagueño: «Estamos impactados por la noticia porque era muy joven, una persona querida en la familia del baloncesto malagueño. Tuvo un problema de salud donde salió muy bien. Me mandó un mensaje estando en Vélez en la Magna, al ser un gran cofrade. Indudablemente es un referente en el baloncesto malagueño, indispensable; hay que pasar por él. He compartido grandes momentos con él. Es un año muy difícil. José María era un hombre muy locuaz, sociable y convincente en sus posturas; sentía el baloncesto como algo propio. Hemos tenido la oportunidad de debatir en tertulias muy divertidas con él».
Diego Gómez, exjugador del Caja de Ronda: «Le he tenido muchísimo afecto a Martín Urbano. Incredulidad porque tuve conversaciones con él cuando estaba ingresado; cuando le dieron el alta estuve hablando con él. Me decía que se encontraba muy bien, que las pruebas habían salido favorables… llevamos una racha trágica últimamente. Lo conozco desde que empiezo a jugar. Era una persona genial: sus formas de ver las cosas. El baloncesto era una forma de expresarse deportivamente. Teníamos una comida una vez al año, nos lo pasábamos genial contando anécdotas del baloncesto malagueño. Te quedas helado».
Paco Valverde, abogado: «Todavía no estoy repuesto. Me mandó un whatsapp la semana pasada diciéndome que no podía venir a la comida por esa angina de pecho. A los pocos días, me dijo que se encontraba bien y que venía. Le pusieron un menú especial y todo estupendo: abrazando a sus amigos, con el ánimo de siempre. Como podéis imaginar, me dijo que nos íbamos a ver en el partido después. Recibí un mensaje de que le había pasado algo; me fui a buscarle junto con López Nieto. Se nos congeló la sangre al llegar. No me lo creo todavía. Tenía una cultura de baloncesto y Semana Santa increíble, un erudito. Un placer escucharle».
Juanma Rodríguez, director deportivo del Unicaja: «Tuve la suerte de conocerle bastante joven porque fue entrenador mío en El Palo. Tengo que decir que me marcó porque me metió la pasión por este deporte. Nos íbamos en coche juntos muchas veces. Mi profesión y pasión se lo debo a él. Además ha sido una de las personas más influyentes en el baloncesto malagueño. Solo dejaba el baloncesto cuando había Semana Santa. Hace dos días estuvo en Los Guindos, en verano dirigiendo al +60, solo había que ver la pasión que mantenía. Hasta haciendo el scouting a los rivales. Tenía claro que esa era la manera de ganar. Lo tendremos en el recuerdo por ser un referente, del que hemos aprendido muchísimo».
Sergio Scariolo, seleccionador nacional y entrenador de la Virtus: «Ha sido un amigo, va por encima de cualquier cosa. Mucha gente que conoces en este mundo que entran y salen; pero José María me ha demostrado que estaba en los momentos difíciles. La última vez que hablamos fue después del Eurobasket. Ha sido un golpe muy duro. Una racha donde se está yendo gente cercano. Recuerdo al llegar a Málaga me invitó a cenar, con Queipo también, para darme la bienvenida. Ha sido fundamental para ayudar a entender, distraerme, con comidas con la familia; y como decía Juanma antes: me ha enseñado a callejear en Málaga durante la Semana Santa. Todo el mundo del baloncesto tiene que estar agradecido al maestro, en el sentido total de la palabra».
«Tenía el deseo de estar constantemente activo: en el conocimiento del juego y así transmitirlo a su audiencia. Se notaba las ganas de aportar. Se han ido bastantes en los últimos meses. Ha escrito páginas gloriosas, y no caerá en el olvido. Lo que deseamos es que se encuentren y vuelvan a enzarzarse en sus discusiones. José Mari tenía un cariño tremendo a Queipo… pero discutían; ahí se veía la pasión por este deporte. Veíamos el baloncesto de forma parecida. Mi recuerdo van más hacia la Semana Santa, con ese amor. Sabía contar muchas cosas de cualquier cofradía. Se lo agradezco porque fue incluso más bonito que hablar de baloncesto, que también lo era».
Mariano Pozo, fotógrafo del Unicaja: «Fue un golpe durísimo. Esta mañana me he levantado con una tristeza enorme. Te quedas en shock porque es una persona que me ha acompañado toda la vida. Una de las primeras personas que me encontré cuando empecé fue José María. Te quedas con lo bonito, lo cariño que ha sido conmigo siempre. Dudo que hubiese seguido adelante sin su afecto. Viendo el aspecto romántico, en una situación tan horrible, se ha ido en su casa y haciendo lo que más quería. Si hubiese tenido que elegir él, seguro que habría elegido esta forma. Duro pero te quedas con ese «consuelo». Es una persona que ha dejado huella en mucha gente. Le vi en los veteranos con la misma intensidad que en el Caja de Ronda. Ignacio Almarcha y yo tuvimos el privilegio de hacerle la última entrevista. Recuerdo estar embobados mirándole».
Carlos Cabezas, exjugador y embajador del Unicaja : «La verdad que fue una victoria amarga por todo lo que sucedió. No voy a descubrir a José María: uno de los padres del baloncesto malagueño. Fichó a mi padre en el 80 para fichar a mi padre, por eso nací en Málaga; y le tengo que estar agradecido. Era un sabio de la vida: el flamenco, las cofradías, obviamente el baloncesto. No le importaba nada ni nadie. Esa pasión y agresividad de decir las cosas, era muy suyo. Lo que más se lleva José María son sus amigos, lo más importante para él. La película tenía este guion, hasta sus últimos pasos».
Rafa Pozo, exjugador de Caja de Ronda: «Efectivamente ha sido una figura fundamental en la creación y consolidación del baloncesto malagueño. El primer contacto que se tiene en el Caja de Ronda es a partir de él. El proyecto ya dura 40 años. La palabra pasión debe estar en boca de todas: de la familia, amigos, su cofradía, precisamente la Pasión. No conocía apenas nada y he aprendido con él. Forma parte de mi familia, una relación muy estrecha en todos los sentidos. Se nos ha ido una grandísima persona, y ya deberíamos poner en marcha darle la relevancia que merece. Era muy vehemente con su idea, pensamiento, con sus opiniones estructuradas. Sin ser diplomático si discrepabas con él. Se puso el primero este verano con los veteranos, llamando a gente que no jugaba hace 40 años».
Sergio Cortés, periodista de SUR: «Estamos rotos los que vivíamos cerca de el, inesperado porque nos dijo que todo iba bien cuando lo ingresaron. Nos dejó impactado. Siempre digo que cuando se habla de padre de baloncesto malagueño, se habla de Alfonso y José María. Hay tanto para contar suyo que es difícil resumirlo. Nos queda el consuelo que se estarán peleando ahí arriba, también con Paco Moreno. Era el grupos que nos reuníamos hace muchísimos años, yo como uno de los más jóvenes, y eran impresionantes esas tertulias. Realmente era extraordinario. Manolo Jato, Javier Imbroda… me acordé cuando López Nieto me dijo que Alfonso tenía COVID, ahí empezó todo. Era una persona perfeccionista al máximo. Cuando hacía su columna, hasta quería que se imprimiese en el periódico para revisarla».
Emilio Fernández, jefe de Deportes de La Opinión de Málaga: «Se va uno de los grandes referentes del baloncesto en Málaga. Recuerdo que al llegar, al poco tiempo ya sabía quién era Martín Urbano. Desde que lo conocí, ha sido un compañero más, habitual en los partidos del Carpena, con una pequeña tertulia de los que estábamos allí. Ayer fue así. Fue dramático todo lo que pasó. No es un consuelo, pero murió con las botas puestas: en el Carpena de su Unicaja. Conozco todo lo que ha hecho, el legado que deja es impresionante. El 2022 está siendo terrible».
Danny Fernández, comentarista de Radio Marca Málaga: «No tuve la suerte de tratarlo personalmente, sí en tertulias informales. Cuando fue entrenador, cogió un Caja de Ronda que no iba bien. Recuerdo mucho las charlas con él. Más allá de sus críticas, era un hombre que me gustaba muchísimo seguirlo porque tenía la capacidad de enseñar el baloncesto con un lenguaje fácil; con mucha facilidad. Es una pérdida devastadora. Ya dejas de ver el partido cuando te enteras, en estado de shock. Un momento complicado, triste y ya vemos el reconocimiento que está teniendo a nivel nacional».
Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga: «Una gran pérdida para el baloncesto malagueño, en una situación muy dramática. Viendo al Unicaja. Fue uno de los gérmenes de esa pasión que se ha creado en la ciudad. Quiero trasladar ese pésame a la familia y a toda la familia del baloncesto, no solo local. Nos enseñaba día a día cómo teníamos que mejorar».
