El Unicaja ha podido analizar a lo largo de esta semana qué se le puede avecinar en el Palau Blaugrana. Ya espera el Barça, después de haber completado con éxito la doble jornada de Euroliga, no sin sufrimiento. Los azulgranas se han impuesto este viernes al Panathinaikos por 74-68, en un partido donde los helenos exprimieron el potencial de conjunto de Saras Jasikevicius. Después de ir manejando una ventaja que rondaba los 10-15 puntos, los de Atenas estuvieron cerca de provocar un pequeño susto en el escenario de la próxima visita de los malagueños; a tan solo 48 horas, ya menos, de que se dispute un partido donde los de Ibon Navarro buscan asaltar otra cancha de Euroliga.
Jan Vesely fue el mejor de los catalanes: el pívot checo anotó 15 puntos, con 22 de valoración; secundado por los 14 de Mirotic y 13 también para Satoransky. Una rotación profunda con la que cuenta Saras, la suficiente como aligerar a su equipo de aquí a dos días. Jugadores como Tobey, Kuric o Pauli apenas contaron para el lituano.
El Barça también ganó en Mónaco por 63-69; la cancha del equipo revelación de esta Euroliga. No de la forma más brillante, pero a estas alturas da un poco igual. El Unicaja por su parte sigue la puesta a punto, con todos los jugadores ya sanos y dispuestos por qué no a sumar otro triunfo de prestigio. Difícil por el miura que hay enfrente pero si hay algún equipo que puede dar la campanada es el Unicaja de las nueve victorias seguidas.