Dos horas y catorce minutos después del salto inicial, sin prórroga, el Unicaja pudo firmar la quinta victoria de este curso en Liga Endesa (86-87). Con un final desconcertante ante tantos parones, caos, pero decidido por detalles a favor de los verdes. Una victoria de un valor incalculable porque el equipo estaba en la lona (78-70, a falta de seis minutos). El Unicaja encontró su momento, lo tuvo ganado, por décimas perdido, cuando volaba un triple de Scrubb liberado para dar el triunfo al Obradoiro. En definitiva, un laberinto donde los de Ibon Navarro pudieron escapar.
El Obradoiro sorprendía a los verdes en los primeros minutos con un parcial de 11-2, gracias a la eficacia de Bender y Suárez. Más metidos los locales, encontrando el acierto, además con el inconveniente de las dos faltas de Lima en un pestañeo. Pero el Unicaja consiguió sobreponerse tras un arranque perezoso. Ibon Navarro buscaba recursos y, como casi siempre, la segunda unidad sacando las castañas del fuego, con un gran Kravish y la novedad de Perry. Rubén Guerrero, con un palmeo, cerraba el primer cuarto con el 20-20.
Crecía la figura del base cajista, sin apariencia de tener molestias físicas, en el correcalles del Fontes do Sar. Poco control, parciales para uno y otro; característico de un partido de agosto y no noviembre. Los verdes castigaban las ocho pérdidas en el segundo cuarto de los locales, pero sin ese punto de solidez atrás de otros días. Y de nuevo mostrando un pobre acierto de tres (1/8). Sin embargo, los malagueños se iban a los vestuarios con un 45-44. Sin brillantez, y viendo a un equipo con una cara distinta al de otras semanas. Gran Bender, con 13 puntos; y el pastel muy repartido en los visitantes. A resaltar los 8 tantos de Perry, el más suelto. Pendientes de en qué queda el hombro de Lima, dolorido tras una mala caída.
No era capaz el Unicaja de encadenar un par de minutos con acciones positivas; sin capacidad de poder parar a Bender, acaparador en el ataque de Obradoiro, quizás contraproducente con el transcurso de partido. Se volvían a distanciar los gallegos en el tercer cuarto (62-55), iniciativa que se iba a mantener hasta llegar a último periodo por el bonus (67-63). Los verdes dando una cara que recordó a fases del partido en Badalona, a la hora de la creación. Momento delicado, también por el lenguaje corporal de los cajistas.
El Unicaja empezaba a meter manos; muy importantes Ejim y Carter, aguantando otro arreón del conjunto de Moncho Fernández, con Suárez y Walker anotando desde fuera. Precisamente Carter iba a cometer una antideportiva en un momento crítico, que lo aprovechaban los celestes para hacer una jugada de cinco puntos (78-70, 6:47). Un mundo por delante, pero mucho tenía que cambiar el panorama para concebir una remontada. Osetkowski, desde la esquina; y un espectacular 2+1 de Djedovic hacía que el Unicaja se pusiese a tiro (80-78, 4:38).
Imperial el bosnio, y la primera canasta de Brizuela colocaba el empate a 80. Había que aprovechar las dudas en el Obradoiro, sin Bender, eliminado por faltas. Palmeo de Kravish y Brizuela desde la personal daban a su equipo una cómoda ventaja a poco más de un minuto (82-87). Phil Scrubb anotaba un triplazo desde la esquina, y su hermano Thomas erraba para poner al Obradoiro por delante a 1,7 segundos. Guerrero provocaba la lucha, y los gallegos tenían pelota para empatar o ganar el partido. El pívot marbellí tendría dos tiros libres para poner la igualada, fallando el segundo (86-87). Le caía el rebote liberado a Osetkowski, solo, y el californiano barría la pelota a banda. Error garrafal. Por suerte, no quedaba tiempo para levantar un tiro y los malagueños se llevaban un tesoro de Santiago.