Esta mañana hemos conocido una nueva lesión de Carlos Suárez. El ala-pívot madrileño sufre una rotura de gemelo y estará fuera de las canchas lo que resta de temporada, una pésima noticia viendo el papel tan importante en esta plantilla… y más en el vestuario. La pregunta que se hace más de uno es si el capitán pudo jugar ayer su último partido con la verde y morada, al acabar su vinculación con la entidad de Los Guindos este verano. Pero la situación contractual de Suárez es especial.
Carlos Suárez firmó su última renovación con el Unicaja en verano del 2020: selló por entonces su compromiso con el Unicaja por dos temporadas, más un curso opcional que dependerá de lo que pueda aportar aún el de Aranjuez. Suárez ha demostrado que en condiciones normales, físicas sobre todo, es una pieza indispensable en este Unicaja pese a sus casi 36 años. Y en el horizonte además la idea de cumplir una década en el club más importante de su carrera. Uno de los mayores ídolos del Carpena y un líder tanto dentro como fuera de la pista.
El Unicaja va a sufrir una gran transformación este verano: con varias salidas ya aseguradas, y trabajando para conformar una plantilla que va a padecer un lavado de cara, con la incógnita de si Ibon Navarro va a liderar el proyecto. El vitoriano se está ganando a pulso continuar en Málaga con noches como la de ayer, pero la última palabra la tendrán en Los Guindos. Panorama similar con el capitán cajista.
