Darío Brizuela, flamante fichaje del Barça este verano, aseguraba para EFE que no le gustaría estar en el club culé y no conseguir títulos. La Mamba Vasca se convirtió en la venta nacional más cara en al historia del Unicaja, tras abonar su cláusula de 1.2 millones de euros.
De Málaga al Barça
«Renové con Unicaja en abril porque era la mejor opción que tenía encima de la mesa, pero durante el verano se produjeron un par de llamadas. Me dijeron que el Barça estaba interesado en mí y me preguntaron si querría venir. Es una oportunidad única, el tope que puedo alcanzar en mi carrera. La siguiente llamada ya fue para decirme que iban a pagar la cláusula para no entorpecer el traspaso. Lo único que me importa es ganar. En Málaga he roto varios récords de anotación, pero mi último año ha sido el que menos he jugado y menos puntos he metido. Y no me importó, porque saliendo desde el banquillo he ayudado más al equipo a ganar. Se ganó una Copa del Rey y llegamos a la Final a Cuatro de la Liga de Campeones. Con la selección, lo mismo; jugué menos y fuimos campeones de Europa. Si el club piensa que jugando menos, se va a ganar más; yo firmo ya mismo. Lo que no quiero es estar en el Barça y no ganar títulos. Eso sí que me dolería una vez salga de aquí».
De Ibon a Roger Grimau
«Roger quiere que juguemos más libres de lo que se jugaba antes aquí, que salga más a brillar el talento y tomemos mucha iniciativa. Eso es algo que tenía Ibon también, pero había veces que le gustaba echar más el freno y mandar él. Cada entrenador, con sus ideales, se tiene que ajustar a lo que tiene. Ibon es de Vitoria y eso se nota (ríe). Tiene mucho carácter y es muy cercano. Roger es parecido, aunque por su forma de ser no lo saque a relucir. Me gusta sentir que el entrenador está ahí por si tengo alguna duda o comentario. El trato fuera de la pista es muy importante. Ibon me dio una lección de cómo ser amigo además de entrenador y creo que Roger tiene la misma personalidad. Conozco mi rol desde el momento que se produce mi fichaje en verano y con él no he hablado específicamente de ello porque ya lo tengo claro. Es el rol que tenía en Málaga y en la selección«.
Euroliga
«Cuando el rival es muy exigente es cuando más se acelera el proceso de construcción de un equipo. Más que el resultado, lo que nos tiene que preocupar es que, a día de hoy, falta la consistencia para competir al máximo todos los partidos. En eso trabajamos, hay que acumular partidos y entrenamientos para llegar a ese punto. La confianza es máxima y el talento, evidente. Hay que darnos tiempo».