La derrota en el Wizink Center no modifica las cuentas del Unicaja para ir a la Copa. Perder ante todo un Real Madrid se daba por probable, pese a que el equipo compitió de tú a tú con uno de los mejores conjuntos del continente. Un mal tercer cuarto echó por tierra las ilusiones cajistas. Toca pensar en las cuatro finales restantes: tres de ellas serán en el Carpena y la salida a Miribilla en un par de jornadas. Compromisos que el Unicaja está obligado a ganar si quiere estar en Granada.
La zona media de la clasificación está más apretada que nunca: el octavo es el Baskonia, con un balance de 7-6, una victoria más que los malagueños (6-7). Tal es la igualdad que del cuarto, que es UCAM Murcia, al Unicaja, que es undécimo, solo hay dos victorias de diferencia. Además de cajistas y murcianos, otros seis conjuntos están en esa pelea por la Copa: Lenovo Tenerife, Gran Canaria, Baskonia, BAXI Manresa, Valencia Basket y Río Breogán. De esos ocho, tres se van a quedar fuera.
Es inevitable pensar que el basket-average va a jugar un papel fundamental. El Unicaja no sale bien parado con sus rivales directos, los malagueños tienen un +10; insuficiente contra equipos como Baskonia (+23) o Valencia (+28). El mejor de esa zona es Río Breogán con un contundente +60; los de Paco Olmos tienen seis triunfos, pero con dos partidos menos. Los cajistas solo tienen un balance mejor que Manresa (+8) y Gran Canaria (-5).
La baza principal del conjunto de Katsikaris es el calendario. Si los malagueños ganan estos cuatro partidos, irán a la Copa casi con total seguridad. En caso de empate a victorias, es difícil que el club de Los Guindos consiga billete, al tener la diferencia de puntos perdida con cinco de los siete equipos en esa pelea.