Es oficial. Se acabaron las pruebas y los ensayos. Comienza lo bueno. Llevamos mas de ocho meses preparándonos para este momento. Nada de lo anterior va a servir de mucho en el mes que arranca este lunes y que espero que acabe a finales de junio. Es cierto que ha sido un camino tortuoso. Con más grises que claros y con algunos momentos de desesperación. Pero al final todos los caminos llevan a Roma y aunque no se ha conseguido el ascenso directo ni la segunda plaza, este tercer puesto sabe a gloria visto lo visto. No se trata de volverse eufórico e ir coger sitio a las Tres Gracias, pero el regusto de estas dos últimas jornadas es más bueno que malo.
Ante el Real Madrid Castilla el Málaga volvió a mostrar algunas carencias tanto en ataque como en defensa. Eso es así, se ganó 1-2 como se podía haber palmado 3-1. Y esa reflexión es la que nos lleva al playoff. Esto arranca de cero. El Celta Fortuna se fue líder al cambio de año y la Ponferradina lo era en la jornada 25. ¿De qué ha servido? Ya les digo yo, de nada. El playoff es el cielo. Allí empiezan de cero todos los que han tenido el privilegio de entrar. Da igual si hiciste tu buena obra con 10 años o con 80 años en el descuento. Pues esto es lo mismo.
Para lo único que debe valer estas 38 jornadas anteriores es para aprender de lo que no hay que hacer. Vienen dos semanas de mucha ilusión. Y yo digo que disfrutaría más de lo que va a vivirse de lunes a viernes que de los dos partidos como tal. La previa a una primera cita es casi más emocionante que la cita, no hablamos ya de los nervios anteriores a la mágica Noche de Reyes. En fin, aquí estamos. Sábado a las 18h30 en Balaídos. Eso es lo que vale ahora. Podemos buscar datos buenos (una derrota en quince jornadas) y malos ( problemas graves en el juego). Que el diosito del fútbol nos ponga en nuestro sitio y que como dice el Kanka… “que pase lo que tenga que pasar”.
