Desde que el Málaga pasó a los cuartos de final de la Copa de S.M el Rey no he podido parar de escuchar hablar al personal de las Copas del Rey del Athletic Club, del feeling de los leones con la competición del KO y demás temas similares. Ya está bien. Fuera los complejos. El equipo de Ernesto Valverde tiene 23 títulos, es cierto, como también lo es que no gana la Copa desde hace treinta temporadas. Es hora de ser valientes, de confiar en Javi Gracia y sus jugadores para la doble cita de estos próximos siete días.
¿Qué equipo tiene doce puntos más que el otro en la clasificación?, ¿qué equipo lleva más goles en liga?, ¿quién ha hecho mejor fútbol en estos cinco meses?, ¿qué equipo ha encajado menos goles?, ¿qué equipo ha ganado el único enfrentamiento esta temporada entre ambos equipos? Todas las preguntas tienen una respuesta en común, el Málaga CF. Es así, no es opinión, es información.
Mañana, a partir de las diez, comenzará una eliminatoria a 180 minutos en la que el Málaga tiene una oportunidad histórica de vestir de colores los recuerdos de su afición en la Copa del Rey; que Viberti, Migueli, Deusto y compañía den paso a los Samu García, Amrabat o Recio. Este es el Málaga de la ilusión, de los bemoles, de los malagueños, un Málaga al que muchos han intentado hundir, pero que ha decidido poner buena cara al mal tiempo.
Por la historia, por el presente, por el futuro, mañana tenemos una cita con la historia todos: Jugadores, cuerpo técnico, directiva, prensa y afición. Esta Copa debe ser blanquiazul.
