Entre todos la mataton y ella solita se ahogó. Es una frase que se emplea cuando nadie desea asumir la parte que le corresponde de responsabilidad de algún suceso infausto, en cuyo resultado han contribuido varios factores. Ese suceso es la venta de Nordin Amrabat que en el día de ayer firmó su contrato con el Watford y que ya no volverá a vestir más la camiseta del Málaga CF. Un nuevo misil a la línea de flotación de Javi Gracia que, con su marcha, ya ha perdido a seis jugadores titulares de la temporada pasada.
La salida del marroquí tiene varios culpables desde mi punto de vista. El primero es el propio jugador que en su día forzó la situación para tener una cláusula de rescisión de las más pequeñas del equipo y que nunca tuvo claro que quería desempeñar su carrera en Martiricos. El atacante siempre pensó que el Málaga sería un club de paso en su carrera como finalmente acabó consiguiendo. La anterior directiva también tiene su porcentaje de responsabilidad. Permitieron al jugador hacer lo que quisiera y con los ejemplos de las demás ventas mandaron un claro mensaje al resto de la plantilla: “Esto es jauja”, todo el que quiera salir del Málaga lo podrá hacer si nos atenemos a los hechos que ya se han ido produciendo.
Por último está Al-Thani. Creo que con un Presidente metido en la vida diaria del club y que aportase una inversión, la justa y necesaria, todo se podría haber evitado. La continua descapitalización de la plantilla, las sanciones impuestas por organismos e incluso la mala gestión de terceros que denuncia el presidente malaguista. ¿Y en medio? En medio sufriendo como siempre la afición, la que nunca falla y la que siempre recibe.
