“Adoro la presión, late más mi corazón”… No, no me he metido a poeta esta semana. La frase es de la canción del rapero Nach y fue parte de la letra del título ‘juega’ que sirvió para presentar la campaña ACB del curso 2004-2005. Yo era un adolescente que iba a bachillerato pero su sintonía sigue trayéndome buenos recuerdos. El partido es el primero al que el Málaga parece llegar con la obligación de ganar desde que empezó la temporada. Eso está bien. El Málaga está obligado a ascender a Primera por mucho motivos y el primero de ellos es su afición. Hoy el público acudirá al feudo malaguista con la intención de recuperar el liderato y dejar atrás pronto la derrota en Elche.
Y tengo muchas curiosidades con el choque. Lo primero es saber si podremos ver al tridente que pueden formar Pacheco, Ontiveros y Juanpi acompañando a Leschuk. Es algo que me viene rondando la mente y la lesión de Harper puede dejar la puerta abierta a que ocurra. Otra de las dudas es ver precisamente si este equipo sabe trabajar con presión. Es un ingrediente que ahora en la jornada 11 te llega con pinceladas pero que cuando estemos en marzo será una losa más con la misma importancia que el rival o casi más.
Es bueno acostumbrarse a tener que ganar. Segunda exige muchas victorias y cuanto antes nos terminemos de enfundar el traje de campéon todo irá mucho más rodado. Estoy seguro de que La Rosaleda será el aliento que el equipo necesita para recuperar la buena senda. Bajo mi punto de vista la autoexigencia al Málaga y su afición es la única manera de salir del pozo que es LaLiga 1 2 3 por mucho que queramos verla como una Primera B. Otro parcial. El primer examen serio en casa. Muchas preguntas y un cetro que espera a Muñiz y sus futbolistas.