@CesarRadioMARCA | Portillo puede mañana volver a sentirse futbolista. Una cosa es serlo y otra sentirlo. Y él, desde que decidió por motivos personales no aceptar la oferta del Elche, no se ha sentido jugador de fútbol. Es más, podría decir que tampoco se ha sentido respaldado por el club, dolido por haber dejado de ingresar 1`5 millones con los que ya contaban en los despachos.
Sí ha notado el cariño de sus compañeros. Hasta Amrabat se ganó una reprimenda por defenderle públicamente afirmando que “no sé por qué no juega. En mi equipo lo haría siempre”. Es comprensible que, viendo el rendimiento que han dado los numerosos jugadores que se mueven en la zona de Portillo, aún no haya podido entrar en los planes del técnico. Pero no es menos cierto que, al menos, para premiar ese trabajo en la penumbra, podría haberle llegado antes la ocasión de estar en un banquillo.
Hasta ahora sólo le hemos podido ver en el amistoso ante el Córdoba disputado bajo un diluvio. Aun así, algunas gotas de su calidad emergieron para recordar lo buen futbolista que es. Estoy seguro de que le pesó aquello que dijo Schuster en su día. “Es nuestro nuevo Isco”. No, no es el nuevo Isco, es el viejo y joven Portillo, el que quizás no pueda echarse el equipo a sus espaldas, pero el que no desentonaría en absoluto en un equipo que intente jugar un fútbol de toque, asociativo. Rodeado de buenos jugadores, Portillo es aún mejor. Y ya no digo si siente el respaldo de quienes le rodean. Entonces, con confianza, se sale.
Así que sólo espero que ante el Deportivo el paleño pueda disfrutar de una oportunidad para enseñarnos su varita mágica de toques, pases y oportunismo. Que Portillo es un activo del Málaga, no un cono que pueda dejarse de lado en un entrenamiento.
