A efectos prácticos, no sirve de mucho imaginar lo que pudo ser y no fue. Pero como desahogo, no tiene desperdicio pensar en aquello que podía haberse convertido en realidad y que, seguramente, otros podrán aprovechar. Porque el problema es ese, que hay material humano que sí se puede aprovechar y que al Málaga le hubiera venido de perlas. Y lo peor es que si algún jugador no está por La Rosaleda es por decisiones personales, y no por criterios deportivos, que uno nunca podrá llegar a entender.
Si de elevar el nivel se trata, futbolistas como Darder o Amrabat, por poner un ejemplo, habrían sido refuerzos más que interesantes. Incluso Sergio Sánchez o Samu también podrían dar un salto de calidad. O Antunes, en vez de ir buscando experimentos a la espera de la recuperación de Ricca. O Adrián, un delantero que hubiera hecho las delicias del entrenador, ¿verdad, Míchel?
Ya sé que varios de esos jugadores forzaron su salida o salieron por la puerta de atrás, pero a ver si nos vamos enterando de que los sentimientos en el fútbol apenas se tienen en cuenta en las decisiones. Los que se quedan en sus clubes por amor, como Iñaki Williams rechazando una oferta del Dortmund que triplica sus emolumentos, se pueden contar con los dedos de una mano. El resto basa sus argumentos en mejoras tanto económicas como deportivas. Y aunque no nos guste como aficionados, hay que entenderlos como profesionales que son. ¿O no lo haríamos todos en nuestros respectivos trabajos?
Pues sin entrar en muchas comparaciones, que tampoco se lo merecen aquellos a los que no hemos visto jugar, para dar rendimiento inmediato y sin necesidad de adaptación, Darder podría haber sustituído a Fornals como en su día el de Castellón hizo con él. Por Pablo ha pagado el Villarreal 12 millones al contado de cláusula de rescisión. Por Darder, el Espanyol lo consigue cedido y pagará el próximo verano 8 millones. Antunes finalizó su vinculación con el Dinamo de Kiev y ha llegado gratis al Getafe. Como Samu al Levante tras romper con el Rubin Kazan. Gratis también, a préstamo, arriban Sergio Sánchez, Amrabat y Adrián al Espanyol, Leganés y Deportivo, respectivamente.
¿Qué queréis que os diga? Yo los habría traído de vuelta. Y fijo que alguno pensará que el Málaga no está para ser un cementerio de elefantes. Sergio tiene 31, Amrabat y Antunes 30, Adrián 29, Samu 27, Darder 23… ¿viejos? Lo mismo algún dirigente blanquiazul dice que sí.
Y eso por no hablar de otros ofrecimientos que Míchel y Arnau tenían apalabrados, como el de Javi García, rechazado porque a sus 30 años y con una ficha alta, ¿y el año que viene qué hacemos con él? preguntó Al Thani dando a entender que sería difícil poder venderlo. Ese es el otro gran problema. El de la mentalidad de un equipo cuya ambición no es vender uno o dos jugadores que destaquen para seguir creciendo sino el de vender todo lo que se mueva y luego invertir una tercera parte o menos en reforzar el equipo.
Ojalá que le salga bien la apuesta al Málaga esta temporada, a pesar de la, en teoría, pérdida de calidad. Ojalá no tengamos que acordarnos de lo que pudo ser y no fue. Ojalá.
