Primera victoria del Málaga en la temporada 20/21. Los de Pellicer ganaron por la mínima (0-1) al CD Castellón en la segunda jornada liguera. Y de qué manera. ‘Ramonazo’ en el resurgir de Castalia. Partido mayúsculo de Ramón Enríquez. Por la diana, su juego con balón y el trabajo en defensa. Pistoletazo de salida a la cuenta de puntos en el casillero malaguista ante el cuadro orellut de Óscar Cano, quien mereció mucho más, sobre todo, en los últimos compases del partido.
Pellicer partió de salida con las novedades de Matos en el carril zurdo y el propio Ramón en el centro del campo. El cuadro local venía de conquistar El Toralín en su regreso al fútbol profesional. Juanto Ortuño como referencia ofensiva y Josep Señé en la construcción –jugador muy vinculado al cuadro de Martiricos en el pasado periodo estival-. Los primeros diez minutos fueron dominados por un Málaga bien posicionado y muy combinativo, pero sin verticalidad. Choque especial para el míster blanquiazul que volvía a su tierra natal.
Juanto Ortuño es la principal amenaza albinegra y así lo demostró. Ocasión local clarísima en las botas del ‘7’, quien remató un centro desde el costado izquierdo al segundo palo, pero no vio portería. Pasaron los minutos y el Málaga encontró profundidad, hasta que Ramón entró en escena para anotar el primer gol boquerón del curso. Y qué gol. De fábula. De película. Amago de centro con el exterior de su pierna buena que se convirtió en un chut envenenado y entró por la escuadra de Whalley. Diana para enmarcar y que recordará el respetado malaguista en mucho tiempo. Dominaban los de Pellicer sobre el verde y en el luminoso (0-1).
Tras la pausa por hidratación, el Castellón intentaba avanzar líneas y crear peligro, pero el planteamiento del Málaga en el primer acto fue muy serio. Juanto Ortuño disparó al larguero del marco de Dani Barrio, pero la jugada fue anulada por posición antirreglamentaria del ariete orellut. Marc Mateu pidió mano en una falta lateral botada por él mismo, pero no hubo nada punible. Buenos minutos locales, aunque eso sí, sin recompensa. Con esto y poco más, Rafael Sánchez López señaló el camino del túnel de vestuarios. Al descanso: CD Castellón 0-1 Málaga CF.
Sin cambios comenzó la segunda mitad. Ramón Enríquez fue el gran protagonista del partido. Y no solo por el gol. Fundamental en labores defensivas por el centro del campo. El ’30’ verdimorado estuvo en todas partes. Lectura del juego exquisita del canterano boquerón. Benkhemassa hizo de las suyas. Entrada durísima a Josep Señé a la altura de la tibia con la que pudo hacerle muchísimo daño. Debió ver alguna cartulina que otra. El propio Señé y Alberto Escassi sí que vieron la amarilla por protestar. Acto seguido, Pellicer realizó el primer cambio de la contienda. Badr Boulahroud entró en detrimento del ’24’.
Óscar Cano también movió ficha. Entró Jordi Sánchez para sustituir a Rubén Díez. Comenzaba el baile en los banquillos para intentar marcar diferencias sobre el verde. Los albinegros ocasionaban peligro a partir del balón parado. La zurda de Marc Mateu puso en bandeja el testarazo casi a bocajarro del capitán Gálvez, pero estaba en fuera de juego. Alberto Escassi también tuvo la suya. Falta lanzada desde la larga distancia que no supo atrapar Whalley y que en el rechace perdonó Yanis Rahmani. Tenía en bandeja el pase de la muerte a más de un compañero.
Cristian Rodríguez es el nuevo dueño del balón parado malaguista. Juande casi aprovecha el pase medido del futbolista cedido por el Extremadura, pero no lo conectó como a él y al malaguismo le hubiese gustado. Doble cambio del Castellón para darle la vuelta a la tortilla: entraban Gus Ledes y Víctor García en lugar de Carles Salvador y Satrústegui. Y entró Fidalgo por Juanto Ortuño. Los orelluts iban con todo a falta de diez minutos. También ingresó Orlando Sá por Caye Quintana. Cambio natural y que ya se vio en Tenerife.
Los nervios cada vez estaban más presentes. En el Castellón por empatar. En el Málaga por cerrar la victoria. Gálvez ganó un rechace cerca de la frontal y su remate con la zurda se fue muy por encima de Dani Barrio, a quien le mostraron la cartulina amarilla por perder tiempo en un saque de puerta. Y la que falló Jordi Sánchez. Centro milimétrico desde la izquierda de Marc Mateu y su remate se marchó fuera. Hicham y Rolón ingresaron por Ismael Casas -lesionado- y Rahmani para sujetar al equipo en los últimos compases. El extremo marroquí, en su primera carrera, se rompió. Y paradón del meta malaguista a Gálvez, pero el capitán albinegro estaba en fuera de juego.
El tiempo de descuento fue un constante diluvio local con el que buscaron el empate por todos los medios posibles. Y lo consiguieron, pero con más de cuatro jugadores en posición ilegal. Al malaguismo se le acabaron las uñas de tanto mordérselas. Y la que perdonó Jordi Sánchez en boca de gol -esta vez, era legal-. El Castellón mereció más. Cómo sufrió el Málaga, pero cómo celebró la primera victoria del curso. ‘Ramonazo’ en el resurgir de Castalia.
Muy bien mister , equipo trabajado , bien posicionado y tres puntos de oro