Los días de descanso se podrán contar con una mano en este regreso de la competición. El Málaga aprovechó su complicado viaje a Tenerife para dar ese día de descanso tan necesario. Los blanquiazules aterrizaron en la capital de la Costa del Sol a las 04h00 de la madrugada del lunes al martes. Un día de tranquilidad y reflexión antes de la complicada batalla del sábado. Pellicer ya sabe que no podrá contar con Keidi Bare. Al albanés le ha sido confirmada la sanción de un partido tras su expulsión por doble amarilla ante el Tenerife. Sin el mediocentro en escena, los ojos se posan en otro nombre propio. El posible regreso de Aarón Ñíguez, que se pondrá a prueba en el entrenamiento de hoy para saber si llega al duelo contra los extremeños.
El alicantino no ha podido debutar con la elástica malaguista desde que llegó tras el pasado mercado invernal. El veterano jugador se muere de ganas por vestirse de corto. Y es que al confinamiento sufrido por todos los futbolistas profesionales hay que añadir el año que ya llevaba sin jugar un partido oficial el último fichaje blanquiazul. Pellicer suspira por poder utilizarlo. El poco fondo de armario preocupa al técnico de Castellón, cuyas rotaciones no han funcionado mucho.
El Málaga volverá al trabajo a eso de las 18h30 en el ya habitual escenario de La Rosaleda. Los boquerones tendrán dos días de intenso trabajo para preparar el duelo ante el Extremadura. El sábado será ya día de partido y no habrá tiempo para definir el plan de un encuentro en el que los malaguistas se juegan parte de sus cartas para la permanencia. El posible regreso de Aarón Ñíguez motiva aunque sea entrando desde el banquillo está en el aire, pero todo dependerá de estos dos entrenamientos previos al choque.