Comienza a haber pavor a las lesiones en el Málaga porque ya son 8 los jugadores que llenan la enfermería. Y 6 son futbolistas con ficha del primer equipo. A los Pacheco y Benkhemassa, se les han unido Luis Hernández, Tete Morente, Buenacasa y Aarón. Y hay otros dos con dorsal del filial como Ramón Enríquez y Cristo Romero.
Tanto es el temor a sólo seis días del regreso a la competición que el simulacro de partidillo de entrenamiento de este sábado en La Rosaleda se ha tenido que suspender. Pellicer apenas tiene, a día de hoy, 10 sanos del primer equipo. De ahí que urja aún más que LaLiga acepte la petición del Málaga sobre la norma de un máximo de 4 del filial sobre el campo a la vez.
Pacheco, con su talalgia, y Benkhemassa, con su rotura de fibras, tienen difícil volver a jugar esta temporada. Luis Hernández sufre una coxalgia aguda en la parte derecha de su cadera. Aarón padece una capsulitis en su rodilla izquierda. Buenacasa tiene una sobrecarga muscular. Y Tete Morente sigue convaleciente de un esguince deltoideo.
Antes de la suspensión, mucha intensidad
En estas circunstancias, cualquier precaución es buena. A pesar de ello, antes de tener que parar el entrenamiento, el encuentro a campo completo fue intenso para seguir cogiendo ritmo competitivo y sensaciones en el inminente regreso de la Liga.
El conjunto de Sergio Pellicer se ha venido empleando a fondo de lunes a sábado, ya en la fase 4 del protocolo de entrenamientos marcado por LaLiga. En ellos ha tratado de implementar el técnico conceptos técnico-tácticos grupales.
El Málaga se estrenará este viernes a partir de las 19.30 horas en La Rosaleda frente al Huesca, uno de los favoritos para conseguir el ascenso.
Para este domingo habrá descanso para la plantilla blanquiazul. Más justificado aún teniendo en cuenta que hay pavor a que haya más lesiones en el Málaga de las 8 ya existentes.