Sensaciones agridulces fueron las protagonistas en el empate sin goles que cosechó el Málaga ante Las Palmas. Luis Muñoz portó el brazalete de capitán y Pellicer empieza a contar con la mayoría de sus efectivos. No obstante, queda mucho camino por recorrer. Y las esperanzas están puestas en Jairo Samperio, el ‘caballito ganador’ para muchos. Fue el debut amargo sobre el verde de Martiricos.
Su mapa de calor lo dice todo. El futbolista cántabro pasó desapercibido anclado en el perfil zurdo del ataque malaguista. Poca repercusión en el juego y sin destacar de forma considerable. Era una tarde especial para el ’10’ debido a su pasado en las filas del cuadro amarillo. Matos registra menos matices ofensivos, por lo que gran peso de la mochila debe ir a sus espaldas. Hay que tener paciencia con el fichaje de Jairo Samperio. De él habló Pellicer en sala de prensa: «Jairo lleva una semana, ha jugado una hora y ese es el mayor entrenamiento».
Gran porcentaje de la producción ofensiva le tiene que corresponder al ’10’ por galones. Desmarques a la espalda de los laterales, combinación asociativa en tres cuartos de campo, labores en el último pase, profundidad a su carrilero y, sobre todo, desarrollar ese olfato goleador. Probar portería nada más que le surga la oportunidad. El Málaga lleva en cinco jornadas dos goles. Las cosas tienen que cambiar y la paciencia va a ser clave para ver la mejor versión del cuadro de Pellicer. Eso sí, fue el debut amargo de Jairo en La Rosaleda.