@RadioMarcaMLG || El CD UMA Antequera coloca la piedra angular sobre la que se vertebra el nuevo proyecto deportivo para la temporada 2018/2019. José Crispín Arriaza Leiva “Crispi” renueva su compromiso con el club en la vuelta a la máxima categoría de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Un jugador con virtudes muy necesarias en la competición más exigente: veteranía, entrega, compromiso y, en especial, liderazgo de un grupo de jugadores que defienden en la pista el éxito de unir la formación universitaria y el deporte de alto nivel. El 6, por segundo curso consecutivo, va a lucir el brazalete de capitán en la manga izquierda de la elástica universitaria.
Crispi, a sus 39 años, se convierte en el futbolista más experimentado de la Primera División tras las recientes retiradas de grandes leyendas como Eseverri o Paco Sedano. Un valor añadido con el que cuenta la plantilla dirigida por Manuel Luiggi Carrasco “Moli”. El técnico malagueño se encuentra inmerso en la concreción de refuerzos de calidad y en la consolidación del bloque del ascenso. La continuidad de este experimentado cierre le permite construir un sistema defensivo de garantías. En la campaña recién finalizada en Segunda aportó seguridad en la contención del ataque con portero-jugador, exhibió su rápida lectura del juego en situaciones adversas y marcó 4 goles en 35 partidos.
Ni el más optimista del plantel verde pensó en dar el salto al primer escalón del fútbol sala nacional después de lo que costó cerrar la clasificación a la fase de ascenso. De ahí la emoción tremenda por culminar otra gesta histórica. “Una Liga que afrontamos con el objetivo de meternos en el play-off para que los chavales jóvenes cogieran experiencia de cara al año siguiente. Nos clasificamos en la última jornada sufriendo mucho en Córdoba. El equipo se superó a sí mismo, afrontó el ascenso como un reto y, después de dos eliminatorias durísimas, fuimos capaces de conseguir un ascenso soñado a la máxima categoría”, explica el capitán.
Un reto personal se marcó Crispi tras la corta estancia en la máxima categoría y fue el de intentar posicionar de nuevo a la escuadra antequerana entre las punteras de la Liga. “Veía complicado ascender otra vez antes de mi retirada, pero una vez que decidí seguir jugando una temporada más, sobre todo el año pasado que perdimos la eliminatoria con O Parrulo, me puse la meta personal de devolver al CD UMA Antequera a Primera División. No sé cuándo sería, aunque ha sido esta campaña por suerte. Gracias a dios he conseguido estos dos ascensos que son algo que nunca había imaginado cuando estaba jugando fuera de Málaga”, matiza.
La voz más autorizada del vestuario malagueño desgrana lo que les espera el próximo curso. “El salto a nivel físico, táctico y técnico es enorme. Somos conscientes de ello. El club está trabajando para intentar hacer un equipo competitivo dentro de nuestras limitaciones. Sabemos que será complicadísimo mantener la categoría. La ilusión no nos la va a quitar nadie, el querer que podemos ser capaces de mantener al equipo en Primera. Vamos a lucharlo, trabajarlo y prepararlo desde el primer minuto de la pretemporada. Con nuestra filosofía universitaria intentaremos competir con presupuestos mucho más altos. Ese es el gran reto. El objetivo es conservar la categoría y estar mentalizados también en disfrutar, nos lo hemos ganado, pero es un desafío apasionante que debemos afrontar todos”.
