El waterpolo estaba en deuda con la selección española, un equipo que en los últimos trece años había perdido dos títulos mundiales y uno europeo en la tanda de penaltis. A ese desenlace se llegó también en la final contra Italia del Mundial de Budapest, y ahí salió cara esta vez.
El séptimo lanzamiento de los italianos fue atajado por Edu Lorrio, el portero suplente en este campeonato, que entró en el agua en ese momento para romper los esquemas de los lanzadores ‘azzurri’ y adivinó el tiro a su derecha del goleador Canella.
Eso cerró una final que España dominó tres cuartos, pero que Italia, con su infinitas tablas, llevó al desempate con un parcial final de 3-0. Si hace tres años el ‘settebello’ no dio opción a España en la final del anterior Mundial, en esta ocasión ha prevalecido una suerte de justicia poética.
9 (14) – Italia: Del Lungo (Nicosia); Di Fulvio (1), Damonte, Iocchi Gratta, Fondelli (1), Canella (2), Marziali (1), Echenique, Presciutti (1), Bruni (1), Di Somma (1), Dolce (1).
9 ( 15) – España: Aguirre (Lorrio); Munarriz (2), Granados (4), Sanahuja, De Toro, Larumbe, Famera (1), Cabanas, Tahull (1), Perrone (1) , Mallrach, Bustos.