El mejor equipo de la Liga en su feudo, el Trops Málaga, perdió su imbatibilidad en casa, coincidiendo con su último envite de la primera vuelta, tras caer ante precisamente el mejor conjunto a domicilio, el Eón Alicante, por 30-31, en un partido intenso que se puso muy claro desde el comienzo para los intereses alicantinos, aunque en la segunda mitad hubo reacción blanquiazul y, aunque a punto estuvo de darle la vuelta al marcador, lo cierto es que el cambio de rumbo llegó demasiado tarde, después de jugar siempre a remolque. Con esta derrota, la primera que se produce en el Fray Francisco Baños del colegio Los Olivos esta temporada, el conjunto blanquiazul continúa en los puestos de arriba –baja a la tercera posición, con 11 puntos–, aunque ahora es superado por el Alicante, que cuenta con 13 puntos, si bien los malagueños tienen un partido menos, debido al aplazamiento del choque frente a la Unió Esportiva Sarrià en tierras catalanas por un caso positivo de Covid-19 en el conjunto rival.
La siguiente cita para los costasoleños será de nuevo en el Fray Francisco Baños, el próximo sábado (18.00 horas) ante el líder, el Fútbol Club Barcelona B, choque que, de superarlo, servirá para instalarse de nuevo en la cabeza de la tabla. El encuentro frente a los alicantinos arrancó con el cuadro visitante muy enchufado, desplegando un juego eléctrico y presumiendo de portería, después de que el meta Miskevich atajara el balón hasta en dos ocasiones claras de gol. Este comienzo fructífero del Alicante se tradujo en un parcial de 0-4 en apenas cuatro minutos para sorpresa de la afición que llenaba el Fray Francisco Baños. Sin embargo, luego llegó la réplica malacitana, con un 3-0 a su favor, con goles de Alberto Castro, Leonel y Consuegra, que daba cierta tranquilidad a los hombres de Quino Soler, después de un comienzo desafortunado.
El partido estaba siendo intenso, aunque el Alicante, en realidad, se mostraba con más mordiente, imprimiendo intensidad en todas sus acciones y disfrutaba de una gran portería. Y es que, incluso, el segundo guardameta del Eón Alicante, Pepe Martín, llegó a parar dos lanzamientos desde los siete metros para desesperación de los blanquiazules. Después de estrecharse el marcador, el conjunto alicantino no solo no se arrugó, sino que volvió a la carga con desparpajo y una efectividad absoluta en ataque, mientras que el Trops, algo desconcertado, no daba con la tecla y fallaba una y otra vez en acciones claras de gol. Esta supremacía rojilla en el juego facilitó, de nuevo, la escapada del cuadro visitante, que puso tierra de por medio en el marcador hasta conseguir una renta de ocho (8-16) a falta de cinco minutos para la conclusión del primer acto. Con este resultado, empezaron a sonar todas las alarmas en el banquillo blanquiazul.
Y es que el Trops no se reconocía. La defensa no funcionaba como suele hacerlo y en ataque, erraba en situaciones muy claras de cara a la meta contraria, bien por acierto del portero visitante o por lanzamientos de los locales que acababan lejos de los tres palos. El conjunto de Málaga estaba siendo superado de forma clara por un Eón Alicante muy serio y ambicioso, que quería los dos puntos. Aún así, los pupilos de Quino Soler pudieron reducir distancias antes de marcharse a vestuarios, no sin dificultad, poniendo el electrónico al descanso en un todavía contundente 11-17, un resultado ciertamente preocupante, si bien en la grada todavía se confiaba en una posible remontada, tal y como ocurrió en el choque frente a Cajasur Córdoba.
En la segunda parte, el Trops mejoró de forma sustancial. El cuadro blanquiazul se veía más entonado y con ganas de revertir la situación. De hecho, de una diferencia de seis se pasó a dos (20-22) en el 11:27. Este arreón metió al equipo malagueño en el partido, ya que la diferencia de dos goles se prolongaba en el tiempo hasta el ecuador del segundo acto. En el 15:25 llegó el empate (23-23), por mediación del brasileño Leonel, lo que desató la euforia en la grada. Sin embargo, el Eón Horneo Alicante volvió a coger la batuta del juego en un esfuerzo digno de elogios, toda vez que los alicantinos se presentaron en Málaga con solo 12 jugadores, debido a la indisposición de última hora de varios de sus efectivos y a la ausencia de dos sancionados, y, aunque la reacción malacitana se había producido en la segunda parte, lo cierto es que el esfuerzo realizado por jugar siempre a remolque fue insuficiente. Pese a que el Trops llegó con vida a falta de dos minutos para la conclusión, cuando el electrónico del Fray Francisco Baños anunciaba tablas (29-29), el equipo alicantino obtuvo su recompensa y se llevó el choque con total merecimiento (30-31).