Fin del sueño. El Trops Málaga dijo adiós al ascenso a la Liga Asobal, al perder su segundo compromiso de la promoción ante el histórico Cangas Frigoríficos del Morrazo por 32-26. Con esta derrota, el conjunto malagueño se queda con la miel en los labios, tras su mejor temporada en la segunda categoría del balonmano nacional, y, por consiguiente, volverá a militar el próximo curso en la División de Honor Plata. El Trops Málaga se despide del soñado ascenso.
El decisivo encuentro arrancó igualado, como se preveía, pero el Trops se mostraba más enchufado que en el envite de ida, que perdió por una diferencia de cuatro goles (20-24). De hecho, fue el cuadro malagueño el que inauguró el electrónico, por medio del extremo Pablo Soler, y desde entonces, siempre jugó por delante de marcador, aunque los locales lograban empatar enseguida. Sin embargo, la brecha se abrió en el 07:11, cuando el equipo de Quino Soler disfrutaba de una renta de tres goles (3-6). Luego, llegaría la reacción gallega, que anotó un parcial de 3-0 para poner el electrónico en tablas (6-6) a los diez minutos de juego.
La igualdad volvió para quedarse durante unos minutos, pero el Cangas golpeaba ahora primero hasta que el Trops volvió a ponerse por delante (8-9) en el ecuador del primer tiempo. La equidad era absoluta. El Trops estaba tuteando al equipo de la Asobal, pero necesitaba aumentar su renta para intentar sortear el escollo de la ida. Sin embargo, el Cangas consiguió abrir una pequeña brecha (13-11) alcanzado el minuto 20 de juego. El público se lo estaba pasando en grande y no paraba de animar a los suyos, ya que veía cada vez más cerca la permanencia. Y es que el equipo gallego estaba mostrando en estos momentos su mejor versión, con Fodorean como jugador destacado atacante.
Pese a esta ventaja local, el cuadro costasoleño no daba su brazo a torcer y seguía intentándolo para llegar al descanso con un resultado que dejara todo abierto para el segundo acto. En cambio, varios errores en ataque condenaron a los malacitanos, que se fueron al vestuario perdiendo por 16-13, un resultado –siete arriba con la ida– casi utópico para la remontada.
Reanudado el juego, tras el paso por vestuarios, el Trops intentó la remontada. De hecho, casi lo consigue, al ponerse a uno (18-17) cuando el reloj estaba a punto a alcanzar el minuto 05:00. Pero un arreón del Cangas, con un parcial de 4-0 como premio, alejaban las esperanzas de los malagueños. El electrónico indicaba un claro 22-17 en el 09:20 y en la mente estaban los cuatro goles de diferencia de la ida. Aunque todavía faltaban veinte minutos para la conclusión, el partido se había roto por completo a favor de los locales, que jugaban con soltura, alentados por su afición, mientras que el Trops se estrellaba con el muro defensivo del cuadro de Pontevedra y con el meta Gerard Fons, que llevaba doce paradas y se estaba erigiendo en uno de los mejores jugadores del envite.
El sueño de la Asobal se había esfumado. El Cangas tenía la victoria más que atada y el Trops lo sabía. Fruto del resultado adverso, los malagueños bajaron la intensidad. Los ánimos habían decaído para provecho de los locales, que, incluso, consiguieron una ventaja de siete goles (26-19) traspasado el ecuador del segundo tiempo. El choque estaba sentenciado. Solo quedaba esperar al final del encuentro, al que se llegó con el resultado de 32-26.
En consecuencia, Málaga tendrá que esperar una temporada más para intentar meter un equipo masculino en la élite del balonmano español. El último club de la capital que lo consiguió fue el Maristas, que debutó en 1990 y se mantuvo hasta 1995.