Tras la alegría de la clasificación para las semifinales de la EHF European Cup, el Rincón Fertilidad Málaga debe volver a ponerse el traje de la Liga Guerreras Iberdrola. O más bien, el mono de trabajo. Directamente desde Grecia debe viajar a A Guarda. Lo hará para visitar una de las pistas más complicada, el Pabellón de A Sangriña, donde ejerce de local el Club Balonmano Atlético Guardes. Un partido donde hay en juego dos puntos de los considerados vitales de cara a la segunda fase de la competición liguera.
Ambos equipos tienen asegurada su plaza para estar en la lucha por el título una vez finalizada la primera fase. Los dos puntos que se ponen en liza en este partido se arrastrarán en la competición. Además, será el primero de cuatro enfrentamientos casi seguidos. Este encuentro que juegan este miércoles a las 20:45 horas es aplazado de la primera vuelta. Volverán a verse las caras en competición liguera en Málaga el próximo 6 de marzo. Y se enfrentarán en las citadas semifinales europeas los días 27 de marzo y 4 de abril.
El Rincón Fertilidad Málaga busca algo que no ha conseguido aún en la Liga Guerreras Iberdrola, vencer en A Sangriña. Sólo ha logrado empatar en una ocasión, en la temporada 2018/2019. Aunque es cierto que el cuadro malagueño siempre ha vendido cara la derrota y ha dejado muy buenos encuentros en la pista gallega. Y estando en una temporada donde está logrando cruzar fronteras que nunca antes sobrepasó, puede ser el momento de vivir por primera vez una victoria en la pista del Atlético Guardés.
Sara Bravo: “La clave es clara: defender y correr”
La jugadora del Rincón Fertilidad Málaga, Sara Bravo, espera que no sea una carga para el equipo el viaje a Tesalónica: “No creo que nos cueste cambiar el chip de la competición europea a la Liga Guerreras Iberdrola ya que son diferentes partidos. Sí me preocupa más que seamos capaces de superar la pesadez de los viajes de los últimos días para rendir bien en el choque”.
La extremo, con pasado en el equipo gallego, sabe bien lo que supone jugar en A Sangriña. “Espero que sea un partido divertido para nosotras, que disfrutemos. Y estoy segura de que vamos a sufrir, porque jugamos en su casa, y aunque esta vez la grada no les acompañe, va a ser muy complicado”, explica Sara Bravo.
Para la jugadora el factor principal es que ellas sean capaces de imponer el ritmo de partido: “La clave va a ser como hasta ahora, que seamos capaces de defender y correr. Esa va a ser un arma muy fuerte para nosotras y necesitamos poder ponerla en práctica para lograr los dos puntos”.