El BeSoccer CD UMA Antequera se prepara para afrontar un momento crucial de la temporada. En poco más de 7 días va a tener que disputar un total de cuatro partidos. Tres de Liga y uno correspondiente a la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey. El calendario se comprime y exige un desgaste físico significativo para mantenerse dentro del objetivo marcado de cara al final del curso. Para ello, el conjunto dirigido por Manuel Luiggi Carrasco “Moli” ha aprovechado la semana sin competición como una oportunidad de aumentar el ritmo competitivo, perfeccionar el plan de juego y pulir los errores en determinadas situaciones que acaban por costar goles en contra. Además el técnico ha podido dar a su plantilla unos días de descanso y desconexión necesarios. Los jugadores se conectaron de nuevo al trabajo duro en el Complejo Deportivo de la UMA el pasado lunes de cara al partido de este viernes 12 de marzo, a las 20.00 horas, en la Ciudad de los Dólmenes frente al Fútbol Emotion Zaragoza.
Conseguir el reto fijado esta campaña de la permanencia en la máxima categoría pasa por tener enchufados a todos los jugadores. Esa labor diaria la acomete el cuerpo técnico con la única pretensión de llegar al día del choque y poder disponer de cada uno de los miembros del plantel y que ofrezcan sobre el 40×20 su mejor versión. Fernando Cobarro Giménez es todo un guerrero que se vacía en el esfuerzo de competir con ahínco desde el principio hasta el final. Es capaz de contagiar a sus compañeros con su energía y compromiso en las acciones del juego. No solo destaca por su lucha, ostenta multitud de cualidades que le convierten en una pieza polivalente para el entrenador. Defiende y ataca con criterio y demuestra su inmensa calidad con el balón en los pies. Ha aportado cinco goles en los 21 envites disputados, ya que el cuadro antequerano tiene dos aplazados.
Cobarro, precisamente en el último precedente liguero ante Viña Albali Valdepeñas, dejó una jugada personal asombrosa que no terminó en gol por la intervención del portero. En una situación de máxima exigencia por la presión de su marcador se marchó con un sutil toque por debajo de las piernas de este. Al margen de esta acción, este duelo tuvo sus alternancias en el marcador y el resultado final no recompensó la lucha exhibida por los guerreros universitarios que fueron capaces de remontar un 0-2 en contra al descanso (2-3) y acabaron perdiendo por 4-3. “El partido contra Valdepeñas nos costó. Veníamos de una buena dinámica antes del parón que tuvimos por el tema del Covid-19, pero lo afrontamos bien y competimos con un rival bueno en su cancha que es difícil. Nos fuimos con sabor amargo porque pudimos rascar algo allí y no lo conseguimos”, apunta.
Una vez finalizada la vigésimo segunda fecha del calendario apareció de nuevo un parón por fechas FIFA para la celebración de amistosos de selecciones internacionales o, como en el caso de España, dos encuentros clasificatorios para el próximo Europeo. Esto ha permitido a Moli entrenar y, al mismo tiempo, dar un respiro a sus pupilos. “Estos días que nos hemos ido cada uno a casa nos han servido para desconectar un poco, ver a la familia y amigos y coger fuerza que la necesitamos para lo que viene”. El ala-pívot natural de Cieza (Murcia) valora el descanso de forma positiva, ya que ahora llega una serie de partidos importantes en la competición doméstica. “Ahora estamos preparados para afrontar lo que viene que es la fase más dura y bonita de jugar. Nos jugamos todos los objetivos; la permanencia y el competir cada partido. Lo hacemos aquí en casa y van a ser bonitos estos encuentros que vienen”.
Fútbol Emotion Zaragoza visita este viernes 12, a las 20.00 horas, el Pabellón Fernando Argüelles después de completar una excelente primera vuelta consiguiendo la clasificación a la Copa de España (del 25 al 28 de marzo en Madrid). En la clasificación actual ocupa la novena posición con 27 puntos. “Un rival rocoso que como todo el mundo del fútbol sala conoce, con una forma de defender y de juego diferente. Va a ser un partido rocoso”. Cobarro, al margen de advertir el potencial del próximo adversario, destaca la importancia de que puedan volver a las gradas del fortín antequerano los aficionados al habilitarse un aforo de 400 espectadores atendiendo a las medidas permitidas dentro del nivel de emergencia por el coronavirus en los municipios de la provincia de Málaga. “Va a volver a entrar la afición y eso siempre es un aliciente. A todo jugador le gusta jugar con gente y aficionados y para nosotros que vengan a vernos a casa es un plus de motivación”.