Asunción Batista, MVP del último Mundial de Balonmano Playa, pasa por el micrófono rojo de Radio Marca Málaga. España tuvo que conformarse con el subcampeonato, pero la malagueña fue galardonada como la número uno de esta modalidad. A sus 28 años, compagina su trabajo de azafata de vuelo con la arena, y así quiere seguir «unos años más».
Un galardón inesperado: «Es algo que todavía cuesta asimilar. Supongo que el objetivo de cualquier deportista es ser el mejor en lo que se dedica… la verdad que estoy súper feliz y contenta. Estaba muy ilusionada cuando me dieron el premio. No he podido dedicarme al 100% este año por temas laborales, sin la preparación que me hubiese gustado para el Mundial, pero llegué en muy buenas condiciones. Es verdad que hice muy buen campeonato, pero al no tener ese tiempo, una nunca se lo imagina. Y más porque hay muchas chicas con una condiciones brutales, y tengo que reconocer que este año no contaba con ello (risas). Fue una gran sorpresa, sobre todo porque te votan otras personas. Te hace hasta creértelo».
Avalancha de felicitaciones: «La suerte que tenemos es que somos una familia inmensa. Miramos unos por los otros. Claro que he tenido mensaje de familia, amigos, hasta de gente que no me conoce personalmente. Tengo varios fans en Instagram que me apoyan siempre, y tengo que reconocer que se me escapa una lagrima de vez en cuando. No me termino de acostumbrar a las felicitaciones, pese a que este verano ha sido muy bueno. Muy agradecida con los mensajes que me manda la gente».
Con cuerda para rato: «Ya llevo nueve años jugando, y va llegando una época donde ya una tiene un trabajo al que hay que dedicar, ya tengo 28 años. Igual va siendo hora de asumir que no voy a estar al nivel… pero es que esto mola mucho, aportar todo lo que tienes a tu selección, equipo y seguidores. Quiero seguir unos años más. El apoyo es lo que te hace seguir adelante. Como digo a veces: ‘lo difícil no es llegar, sino mantenerse’. Entonces hasta que el cuerpo aguante«.
Dicotomía con el balonmano en pista: «Todos lo que se han acercado a practicarlo o solo han visto un partido por la tele, se ha quedado completamente enamorado de este deporte. Tenemos mucha gente que se pasa por el paseo marítimo que se queda sorprendido. Al final es muy espectacular, liviano porque hay mucha emoción; un deporte dinámico y tan espectacular que invitaría a ver solo un partido. Si alguien tiene la curiosidad, no te va a defraudar. Es muy bonito de ver».
«Me gustan muchos los dos, pero el playa no lo cambio. Me ha dado mucho y ha sido una parte fundamental en mi vida. No tiene nada que ver. Cada vez que me preguntan digo que son muy distintos: el campo es más pequeño, se juega cuatro contra cuatro, los atacantes se cambian por la defensa; los dos tiempos son de diez minutos, no de treinta. Van ligados porque la mayoría han pasado por pista».
