Esta semana no hubo contracrónica. Que me perdone el que la haya echado de menos entre las líneas de nuestra querida y mimada web. El cierre del mercado, con lesiones graves, fichajes express y el ‘Antoñitogate’ no me han dejado tiempo para una de las piezas periodísticas que más me gustan. La nostalgia está de moda. Lo he venido comprobando estos últimos años. Películas de remake, remasterización de juegos de consola noventeros, programas televisivos que vuelven y hasta grupos musicales que unen una década después. Es el marketing de la nostalgia, dicen los entendidos.
En el Málaga también servía. Cualquier tiempo pasado nos parecía mejor. Por un lado sí, sueño con un Málaga no intervenido donde reine la transparencia y donde los socios tengan algún poder decisión. Por otro lado, nunca conocí un tiempo pasado mejor que este en cuanto a nivel de malaguismo. Volviendo al tema, el Málaga ha cerrado el mercado con el fichaje de Yanis Rahmani que nos retrotrae a los instantes precisos antes de que el club se fuese a tomar… El Málaga de las 18 fichas. Aquel que funcionó antes de que el CVC entrase por la puerta y la decencia de algunos saltase por la ventana.
Rahmani refleja la ilusión del que si la sigue la consigue. Y viene a demostrar que el Málaga, haciendo un esfuerzo, lo podía haber metido en sus planes desde primera hora. Pero bueno, ese es otro debate. Equipo cerrado, culebrón de Antoñito Cordero aparte donde se sabrá la verdad, que no la versión de unos y de otros, más pronto que tarde. Solo espero que el malaguismo siga apoyando al chaval mientras esté en el club.
Este es la plantilla que tiene que salvar al Málaga en Segunda, porque así se ha decidido con la confección de la misma que sea el objetivo. No podemos criticar los fichajes, tampoco podemos alabarlos como cracks. Cada uno de los movimientos tiene su parte de lógica y su parte de riesgo.
Delanteros sin grandes cifras goleadoras en su último año en la categoría, pero con picos interesantes algún curso. Un mediocentro a priori de zona alta, tocado por la odiosa varita de las lesiones y un central de perfil jugón que ha venido a un estilo donde quizás el fútbolchampagne no existe. Para mi gusto, nos hemos quedado cojos en la posición de mediocentro defensivo y volveremos a depender mucho de las recuperaciones de Ramón y Haitam, para tener verdaderamente dos jugadores competitivos por puesto. La suerte está echada, al menos hasta enero. Volvió el Grand Prix, volvió Oasis y espero que el regreso de Yanis Rahmani nos lleve de vuelta a una permanencia tranquila en Segunda que sea el paso previo a pensar en cosas mayores. A disfrutar la temporada 2024-25 hasta dónde el corazón nos deje.
Querido Juanje. Eres demasiado bueno en tu comentario sobre la confección de la plantilla. Cuando se espera que suplentes de 1 RFEF rindan como titulares en segunda división, cuando tenemos que rezar para que los ya lesionados no vuelvan a recaer, cuando cada balón aéreo es una granada por el peligro que lleva, me da que se han hecho mal las cosas y toca rezar otro año más. Solo espero que llegue el primer triunfo pronto y no entren los nervios.