«Tres reflexiones y un punto para un Málaga que no debe ser conformista»

Primera reflexión: este equipo con los mimbres que tiene Sergio Pellicer está mejor colocado en la clasificación de lo que todo el mundo esperaba y sólo ha perdido un encuentro hasta este momento, resulta una obviedad. Segunda reflexión: es razonable pedirle más a los futbolistas y al técnico viendo el nivel a estas alturas de la Liga Hypermotion, rotundamente sí. Tercera reflexión: puede el Málaga CF seguir dejando vivos a rivales a los que tenía contra las cuerdas y marcar dos goles fuera de casa casi por costumbre para luego no ganar el encuentro, ni debe, ni es recomendable.

Dicho todo esto es muy importante no ser conformistas con el momento de forma que tiene este grupo y sobre todo con ese alma que nunca se rinde de este vestuario. Ayer faltaban futbolistas importantes en el conjunto blanquiazul por diferentes cuestiones, entre ellas el “puñetero” virus FIFA. Las ausencias de Antoñito Cordero y de Luismi, el líder del cuadro malacitano y el pulmón del equipo respectivamente, pesaban demasiado inicialmente, sin embargo al “mister” debió de parecerle poca dificultad para los suyos y añadió dos más antes de que comenzase el envite frente al Cádiz CF.

Así que mantuvo en el lateral de Puga al “usurpador” Gabilondo, cuyo nivel dista mucho del que exige la categoría. Y añadió a la apuesta la presencia en el once inicial de Sangalli, por lo que la dificultad de la empresa para lograr algo positivo en el estadio gaditano aumentó de forma considerable. Por fortuna para “experimentos” Pellicer, este Cádiz CF de Paco López es un cadáver futbolístico en defensa y no es mucho mejor en ataque a la hora de la suerte suprema del fútbol: el gol.

Los goles de Ontiveros, ambos de cabeza en el área malaguista, han leído bien, DE CABEZA, dejaron bien a las claras que Víctor y Gabilondo no estaban haciendo bien su trabajo. Así que en la segunda mitad, muy tarde en mi opinión llegaron los cambios lógicos que si bien, no dieron la vuelta al partido, al menos le metió el miedo en el cuerpo a los amarillos y una cosa llevó a la otra hasta el empate final. Dioni estuvo inmenso, gol incluido, Alfonso Herrero, el Santo, volvió a bordarlo, Dani Lorenzo equilibró al equipo y Sergio Castel, al fin, inauguró su cuenta goleadora. En definitiva, al igual que en Granada o en El  Ferrol, se perdió una oportunidad de oro de ganar pero al menos se logró un punto que sabe a poco frente a un Cádiz CF desdibujado.

Seguramente desde su tribuna celestial de la alegría mi prima hermana Bibi Merchán, q.e.p.d.,  celebró más las paradas brillantes de Alfonso Herrero que los goles de Dioni o Castel. Cosas de familia y de su hijo Ricardo, guardameta de lujo de uno de los equipos juveniles de la cantera malaguista. Richard Calvo, su esposo, siempre acompañó a Bibi a apoyar a su hijo y al Málaga CF en todas las categorías inferiores, mientras que el entonces coordinador de la cantera costasoleña, Gordillo, siempre les trató con respeto y profesionalidad.

Los responsables del club malacitano tuvieron a bien darle el pésame a Ricardo y a su familia  como miembro de la entidad malacitana y hacerlo público en las redes sociales de la entidad deportiva. Es un gesto de humanidad que dignifica al club y que agradezco en nombre de su familia y en el mío propio. Bibi nos acompañará siempre que la recordemos y su legado queda para su madre, hermanas, hermanos, hijo y esposo. Nadie se va nunca para siempre mientras se la recuerde y a ella la recordaremos toda nuestra vida con la alegría y la eterna sonrisa que siempre tuvo en su cara.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.