Vaya por delante que lo primero que quiero hacer en esta columna es felicitar a mis compañeros de profesión aquí en Málaga, especialmente a los de mi equipo, y a sus parejas. Ya estarán un poco menos secuestrados por el trabajo gracias al final de un mercado que ha sido durísimo desde el punto de vista informativo. Lo del equipo de Martiricos y este periodo estival será estudiado por parte de otros clubes y directores deportivos, estoy seguro. Como cuando la Juve estudió al Málaga de Javi Gracia para intentar frenar al Barça de Luis Enrique.
Manolo Gaspar ha ganado una guerra a la que fue con un hacha de madera mientras el mercado, el entorno y los demás clubes eran un campo de minas dispuestas a explotar en todo momento. El Málaga tiene sanción de 18 fichas, como el año pasado. La salvedad es que este curso hablamos de 18 posible titulares. Caminero no fue capaz ni de hacer la decimoctava ficha pese a que según él había hecho un máster en límite salarial. El paleño ha superado el examen con nota y se ha ganado el respeto de todos. No se puede hacer más con menos»
¿Se imaginan a uno de los últimos tres directores deportivos que ha tenido el Málaga en este verano 2020? Yo no puedo hacerlo sin que un escalofrío me recorra todo el cuerpo. Estaríamos hablando de un desastre asegurado y una ‘C’ como una casa de grande. Me apena la manera en la que algunos jugadores, otros como Juanpi no, han tenido que salir del club, pero no quedó más remedio que utilizar todas las tretas posibles para ello.
Más de 30 movimientos y un ERE después, la suerte está echada. Le toca ahora a Pellicer sacar partido de la plantilla y del equipo que se ha configurado. Personalmente, me preocupa la falta de gol que podamos tener. Más allá de eso, creo que este Málaga tiene que tener el objetivo exterior de la permanencia y el interior, en la intimidad del vestuario, la ambición de querer soñar y pensar que todo es posible. Sin presión y con pasión. Ya solo falta que vuelva la gente a La Rosaleda y que Al-Thani salga para siempre de nuestras vidas para que el malaguismo pueda tener en su vida un poquito de normalidad. Que tampoco pedimos tanto…