El Unicaja no baja el pistón y sigue de dulce en Europa

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Tenía el Unicaja un buen botín en juego, certificar casi el billete y el primer puesto de grupo. Lo consiguió con solvencia y comodidad, pese a ciertos momentos de desconexión, atasco y ligera relajación. Enfrente tuvo a un Peristeri, compacto, en buena racha de resultados en la competición doméstica y con el foco mediático de un Spanoulis en el banquillo, pero que no pudo combatir de todas frente a un mayor fondo de plantilla y calidad de los malagueños.

Pese a un inicio algo dubitativo, los de Ibon firmaron una tarde noche con dientes de sierra. Dos caras. El Unicaja se cargó pronto pronto de faltas, pero reaccionó con buenos ataques en el poste y con velocidad en la circulación. Puntos de Ejim y Djedovic, para una primera ventaja de los malagueños (8-6). El Peristeri también mejoraba sus prestaciones, con control y más pausa. Un parcial de 7-2 empezaba a desnivelar el encuentro (15-11). Sima se hacía gigante en la pintura. Primeros síntomas del despegue cajista. Un triple de Alberto ponía la máxima y obligaba a Spanoulis pedir tiempo muerto (20-13) . Los de Ibon crecían desde la defensa a toda pista y no bajaron el pistón. Final de cuarto con un gran botín (26-15).

El segundo cuarto comenzó con el mismo patrón. El Unicaja era un muro defensivo. Peristeri era plano y previsible. Además, Ibon empezó a ver como podía recuperar a Kalinoski, perdido en los últimos partidos, y que veía aro desde larga distancia (31-17). Otro triple de Barreiro activaba la alerta naranja helena. Tiempo muerto en pista y una losa difícil de levantar (34-19). Pese a los tímidos conatos de reacción con los puntos de Kenny Williams, el mejor de los griegos al descanso, o Ragland, la mayor profundidad y calidad de los malagueños dejaban el encuentro casi roto (44-26). Antes, algo de picante. Un parcial de 0-7 de los griegos enfadó a Ibon Navarro que se marchó a vestuarios con cara de pocos amigos (44-33).

Del +18 se pasó al +6 con el parcial de salida de 0-5 de salida (44-38). Los griegos salieron con más energía, acierto y más ímpetu. Sima le dio oxígeno a los suyos con una buena canasta y adicional (47-38). Ragland seguía haciendo daño y Djedovic veía aro, pero un triple de Chougkaz colocaba otra vez a seis a Peristeri. El parcial crecía y era ya 5-17 (49-43). Del Doctor Jekyll al Mr. Hyde y viceversa. Y es que los de Ibon Navarro apaciguaron los ánimos de los griegos y le metieron velocidad y ritmo. Un parcial de 12-0 demostró quien era superir. Un triple de Ejim y otro de Taylor, volvían a disparar al Unicaja a dos minutos del final de cuarto (59-43). Perry, motor del cambio, selló el cuarto con un triple sobre la bocina (64-45).

Lo que podía ser un final de cuarto plácido de los malagueños, se complicó levemente. Peristeri intentó acercarse al marcador y Spanouilis sacó a sus titulares. No le bastó pese a tener posibilidades de bajar los diez puntos de ventaja. Ibon retocó el quinteto y dio minutos a los que menos carga de minutos llevaban en el parqué, entre ellos un Kalinoski que sumaba puntos (73-55). La relajación invadía a los malagueños después de un triple de Peristeri que colocaba a los helenos a once a falta de cuatro minutos (73-60). Ibon pidió tiempo muerto. La distancia no bajó y los malagueños lograron su tercera victoria consecutiva en Europa, la séptima de la temporada en partido oficial (81-64). Un mes sin conocer la derrota y un mes ahora sin competir en casa. Llega la Davis al Carpena

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