A lo largo de su historia, el Málaga ha tenido delanteros realmente excéntricos. Darío Silva, con sus salidas nocturnas; Salva Ballesta, con su hobby de pilotar aviones; Seleznov, capaz de bañarse en el mar en pleno mes de enero y de subir vídeo boxeando, o el Chengue Morales, capaz de parar un entrenamiento para ir a meterle mano a un espectador que le increpaba. En esa lista podría estar también Sekou Gassama, un tipo peculiar al que en Málaga no le salieron las cosas por varios motivos. Ahora, el delantero de Granollers se vuelve a cruzar en el camino de los de Martiricos para el choque de este fin de semana entre el Racing y el Málaga. El ‘loco’ Sekou se cruza en el camino malaguista.
Sekou no brilló en La Rosaleda. Más allá de algunos goles sueltos, es cierto que alguno espectacular como el de Las Palmas, el punta no estuvo fino. Las lesiones, su mala cabeza y su poca adaptación no ayudaron a un tipo peculiar. Algunas son las anécdotas que ha dejado su paso por Málaga. Por ejemplo, el delantero estuvo los dos primeros meses de estancia en la Costa del Sol, llamando Ramón a Ismael Casas e Ismael a Ramón Enríquez. Es solo uno de los muchos detalles.
Legendarios eran sus cabreos cuando fallaba en los entrenamientos. Una de las veces, Sekou pateó de tal manera un poste de las porterías que tuvo que parar durante algunos minutos. No casó con Natxo González, con quien tuvo algún enfrentamiento directo cuando este no le daba ni bola durante la semana para estar en el once titular. Los que le conocen creen que Sekou, que se había hecho el cuerpo a quedarse en Málaga tras su cesión, llegó a mirar la compra de una casa, no se adaptó desde el principio. La presión por marcar siempre estuvo presente. “Sekou va por un lado y el equipo por otro”, llegó a confesar alguien muy cercano al vestuario. El ‘loco’ Sekou se cruza en el camino malaguista.
Una pena. Jugadores talentosos que no se cuidan físicamente ni mentalmente para estar en la élite. Siempre han habido y los habrá. Que le vaya bien a 0artir del Domingo día 2 de Octubre. Mañana hay que secarlo y que no toque bola.
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