Volver a ilusionar

El objetivo es reenganchar a las gargantas de La Rosaleda. Jugadores y cuerpo técnico del Málaga esperan volver a ilusionar a una grada que dictó sentencia a José Alberto en el último partido como local. Hoy, el templo malaguista vivirá el estreno del preparador vasco en una jornada también marcada por el emotivo homenaje a dos leyendas del deporte malagueño como Antonio Fernández Benítez y Alfonso Queipo de Llano.

El Almería llega a Martiricos. No es un rival cualquiera. Un coco. Pese a la gran diferencia entre plantilla y presupuesto, el equipo indálico pone a prueba al nuevo Málaga de Natxo González que anda construyéndose a base de ensayos prueba-error, seis cambios en Zaragoza con respecto a Anduva.

Es cierto que desde noviembre el equipo blanquiazul no gana en casa. La cita de este sábado es de categoría. Y es que frenar a un gigante como el conjunto de Rubi es un gran reto para todos.

La afición sabe la enjundia de la cita y también el club. De ahí que lanzara un SOS para llenar las gradas de Martiricos. El malaguismo anda expectante por ver la ansiada reacción de sus jugadores. Es ahí donde pondrá la lupa. El propio Escassi reconocía en los micrófonos de Radio MARCA Málaga que el vestuario andaba fastidiado por no encontrar los resultados, pero sobre todo el titular lo dejaba al reconocer que el rendimiento estaba muy por debajo de lo esperado. «Una mala dinámica», decía el paleño.

Es por ello que el Málaga quiere volver a ilusionar. Debe dar señales de resurrección. De fútbol, de dureza, de ausencia de relajación, de solidez defensiva, de oportunidades generadas y de gol. De renacer como a principios de temporada. El mismo equipo que voló, se esfumó. Volver a sumar o incluso ganar sería «la leche». Palabra de Natxo González.

La Rosaleda tuvo 13.682 espectadores // Marilú Báez