No se asusten. No son disparos con balas de verdad sino una jornada de convivencia de la plantilla del Málaga que empezó con una comida y acabó en un paintball. No ha habido que lamentar ningún daño ni tan siquiera del ‘fuego amigo’. Es más, fue una buena muestra de la excelente salud de la que goza un vestuario que se ha acostumbrado a realizar actividades juntos fuera del ámbito futbolístico.
Una forma más de preparar lo que queda de temporada, doce partidos en los que la ilusión por conseguir cuanto antes la permanencia y soñar con algo más a poco que sigan acompañando los resultados se ha instalado entre los componentes del primer equipo blanquiazul.
Pero para ello habrá que medirse ahora a varias piedras de toque de las de mayor calado. La primera, la del Real Zaragoza este domingo. El equipo de Víctor Fernández es uno de los que más en forma está en el campeonato, incluso son muchos los expertos que consideran que son los grandes favoritos para el ascenso.
Habrá que ver si los de Sergio Pellicer llegan tan bien como los maños después de las tres victorias consecutivas y el empate obtenido en Las Palmas. Por lo pronto, recuperará el técnico a Adrián González tras cumplir sanción, además de poder contar por primera vez con el reciente fichaje, Aarón Ñíguez, que podría debutar, al menos en la convocatoria.
