Una nueva fase de mercado

Este pasado viernes se vivió una jornada frenética para los aficionados blanquiazules que no soltaron los móviles ante la avalancha de movimientos. También supuso un impacto para toda la categoría. Y es que el golpe en la mesa dado por el Málaga en esta fase de mercado resonó en todo el panorama LaLiga SmartBank.

El club cerró cuatro operaciones y anunciaba de manera oficial la llegada de Esteban Burgos, Rubén Yáñez, Jonás Ramalho y Álex Gallar. Un póquer de caras nuevas a los ya confirmados con anterioridad. 11 fichajes en total cuando queda casi un mes y medio de mercado. La Cueva cogió una velocidad de crucero semanas atrás para intentar dotar a Pablo Guede el mayor número de herramientas antes de partir rumbo a Estepona. Once elementos le ha dado Manolo al argentino.

Ahora, el Málaga entra en una nueva fase de mercado. Este nuevo micro periodo de movimientos es menos vertiginoso, pero igual de importante aunque más justo de límite salarial tras el fuerte movimiento realizado. Toca esperar noticias de Portugal y no solo por lo de Horta sino también por el caso Kevin. Además, Manolo debe cerrar el círculo en aquellas posiciones que pueden quedar descompensadas.

Entre ellas, el mediapunta anhelado por Guede, la posible llegada de un lateral izquierdo o cualquier otra demarcación que se ajuste a la hoja de ruta. Es el caso de Lago Junior.

Y es que la Operación Salida también mantiene despierta a la dirección deportiva. Tras las de Ismael Casas a Chipre, Paulino a Pachuca y la de Roberto al filial del Barcelona, en el horizonte más lejano están por cerrarse la de Chavarría y la de Peybernes. Al igual que los casos de Gonzalo y Cristo. Ninguno cuenta para el argentino. Lo saben y en el último amistoso no jugaron ante el Hull City.

No son sencillas las operaciones de salida de Peybernes como la de Chavarría. No por el tiempo, queda casi mes y medio de mercado, sino por las circunstancias de cada jugador. El francés tiene un buen contrato y no terminar de ver las ofertas que le han llegado a su entorno. En cuanto al argentino su salida se cuece a fuego lento. Su cartel en Francia puede ayudar, pero hay dudas por su reciente lesión y el poco rendimiento ofrecido la última temporada. Con Cristo y Gonzalo se deberá buscar una situación parecida en función de las ofertas que lleguen, ambos con claro mercado en Primera RFEF.

La línea del club es apurar al máximo y evitar la rescisión de ambos contratos. Esta fórmula implica un coste y un golpe al límite salarial por el finiquito pertinente. De hecho, se pretende un traspaso a coste cero por ambos jugadores.

También está próxima la salida la de Kevin. Ésta avanza sin complicaciones. Es la que menos inquieta a La Cueva porque la negociación con el Gil Vicente avanza y si nada ser tercia a lo largo de la semana se debe cristalizar su cesión.