@Pedromartinper | Había que dar un paso adelante. Era obligatorio. Necesario también por las bajas importantes que se dieron en verano y que precipitaron el protagonismo del mismo. Renato Santos era aquel hombre llamado a sustituir a Ontiveros, a recoger su mochila de responsabilidad, pero pesaba demasiado para las maltrechas espaldas del portugués.
Empezó siendo titular en los tres primeros compromisos de liga. Víctor quería sacar la versión que se vio de él en el debut oficial del ex técnico blanquiazul en Santo Domingo, hogar del Alcorcón y donde se logró un triunfo por 1-4. El luso, consciente de la presión añadida que tenía para brillar desde la banda, se fue frustrando por cada regate fallido, aportando más en defensa que en ataque. Grave error.
No por cumplir la tarea de cobertura con el lateral, sino por su inoperancia ofensiva. Son tres las asistencias que ha brindado a sus compañeros en liga, pero todavía no ha conseguido marcar. Y no solo eso. Lo peor del portugués es la irregularidad en cuanto a rendimiento se refiere. Capaz de sacar un notable de nota y un estrepitoso suspenso en dos encuentros. Fruto de ello, y con la aparición de Hicham, es su lugar en las pasadas jornadas, el banquillo.
Renato Santos lleva sin saltar al terreno de juego en tres de los últimos cuatro partidos. Ante Fuenlabrada, Elche y Numancia no se puso las botas y cada vez parece que será más habitual no verle sobre el campo, más aún con la llegada de Tete Morente. Contra el Mirandés, hace dos semanas, jugó 58 minutos, siendo titular hasta el minuto 58 cuando fue sustituido. De esta manera, el extremo ha disputado menos de una hora en casi un mes de competición.