La peña malaguista Boquerones en Madrid se fundó el 30 de abril de 2003, es uno de los grupos más activos que acompaña desde hace más de una década al equipo blanquiazul allá a donde va. Es la única agrupación malaguista en la capital madrileña y lleva el sentimiento blanquiazul a más de 500 kilómetros de la Costa del Sol. Además del fútbol, estos blanquiazules tienen otra gran afición: la Semana Santa. Hoy, en estos tiempos donde no podemos disfrutar del fútbol ni tampoco de las procesiones, conocemos a fondo a los boquerones más malaguistas y cofrades que no viven en Málaga.
Su historia cofrade-malaguista se empezó a fraguar en el 2015, cuando crearon un foro de debate y comunicación en el que comparten sus dos emociones. Actualmente, son 14 los miembros de la peña que forman parte de este singular grupo. Sus nombres: Fernando López, Pablo Sánchez, Pablo Cortés, Juan Antonio Cervantes, Álvaro Cortés, Iván Gómez, Francisco Javier Pérez, Daniel Martín, Paula Salazar, Amaro Torres, Raúl López, David Meléndez, Jorge Juan Cuesta, José Cristófol y Marcos Cristófol.
Todos ellos pertenecen a alguna cofradía e incluso portan sobre sus hombros un trono. Cautivo, Sangre, Rico, Columna, Fusionadas, Sentencia, Esperanza, Prendimiento o Misericordia son las hermandades a las que pertenecen, pero su implicación va más allá.
“Estamos al tanto de toda la actualidad cofrade tanto en Semana Santa como el resto del año e incluso imprimimos nuestros propios itinerarios, solemos vernos en Málaga para ver algunas procesiones, pero lo más duro es cuando por circunstancias especiales no se puede bajar”, aseguran en una entrevista concedida a los medios oficiales del Málaga CF.
Además, los Boquerones en Madrid también hacen vida en la cultura cofrade madrileña y están hermanados a la Cofradía de los Gitanos, Estudiantes, Jesús el Pobre y Nuestro Padre Jesús de Medinaceli.
Esta pasión la comparten entre ellos, con sus familias y también con Vitoriano. Él es el miembro honorífico de la peña. Un boquerón malaguista protagonista del escudo del grupo y que fue dibujado por Pachi Idígoras. Del papel a la escenificación física cuando María José Luque, mujer de uno de los componentes de Boquerones en Madrid, decide coserlo y hacerlo peluche. En su versión cofrade, Vitoriano porta una faraona de la Esperanza, pero siempre con bufanda blanquiazul sobre sus «hombros‘».
Disfrutan del fútbol, del Málaga CF, con sus propios rituales. “Quedamos en algún bar cercano al campo y brindamos por la victoria. En cuanto a las dedicatorias cada uno solemos encomendarnos y le dedicamos a los titulares correspondientes de cada cofradía, aunque siempre está presente nuestro padre Jesús Cautivo, que es el más milagroso”.
Y si se les da a elegir entre un Domingo de Ramos en La Rosaleda o viendo La Pollinica, ellos lo tienen claro: “Un partido a las 12:00 en La Rosaleda y con el tiempo justo de recoger a la Pollinica y así disfrutar de toda la tarde cofrade (risas). Es difícil porque es como elegir entre papá y mamá”.
Sus recuerdos mejores recuerdos malaguistas también huelen a romero y a incienso. Paula, por ejemplo, asegura que “se escapó” del centro un Viernes Santo para ver un Málaga CF – FC Barcelona que acabó con victoria blanquiazul por 2-0. Iván vio por primera vez al cuadro blanquiazul un sábado de pasión, un Málaga CF- Rayo Vallecano fue el encuentro y, una vez acabado, fue al traslado de ‘El Chiquito’ (Misericordia). Pablo no puede evitar recordar el día que pasó por la capilla de los Dolores del Puente, puso una vela y fue caminando hasta su asiento en el estadio para ver un Málaga CF – Panathinaikos.
El desenlace de esa promesa lo conocemos todos y lo guardamos en el corazón.