El final de temporada está teniendo a los árbitros como protagonistas de todo. Ya sea por el caso Negreira, que todas las semanas guarda una sorpresa al colectivo arbitral, o por las continuas y recurrentes polémicas cada jornada. Una situación insostenible en el tiempo por la que los colegiados se plantean ya desde hace semanas convocar una huelga. Prácticamente nadie está exento de esto. En su momento, y tras el partido entre el Málaga y el Levante, lo hizo el club blanquiazul. Los malaguistas protestaron unas manos en el área granota que quedaron sin sancionar. Su rival de este fin de semana también ha puesto al VAR entre ceja y ceja.
A pesar de que Juanfran asegura que no han tirado la toalla, hay signos que demuestran que esta Ponferradina no es lo que era. Dos meses sin subir un vídeo de Youtube a su canal son un ejemplo claro. El club de El Bierzo ha hecho pocos movimientos oficiales últimamente, pero uno de ellos llegó hace dos semanas tras el empate en Burgos. Un gol anulado por milímetros desató el enfado entre los de El Toralín. “La SD Ponferradina quiere expresar su indignación por la incomprensible decisión del VAR que impidió la victoria del equipo en el partido de este sábado en Burgos. Las imágenes son elocuentes y es evidente el perjuicio que se causa a un club que se está jugando tanto. Pero consideramos que, más allá de nuestra situación concreta, se está provocando un daño irreparable al propio fútbol”, explicaban en un comunicado.
La realidad es que la Ponferradina necesita un milagro para salvar la categoría. Si el Villarreal B y Leganés consiguen ganar sus partidos, los leoneses llegarán ya descendidos a la hora del inicio del partido del Málaga. La Ponferradina, un rival que también ha puesto sus ojos en el VAR en las últimas semanas y que tiene más de pie y medio en la Primera RFEF.
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