Sergio Pellicer alineó por primera vez a los mismos 11 titulares en dos jornadas consecutivas. El técnico de Nules asienta un once de memoria.
Los dos últimos encuentros que ha disputado el Málaga han sido ante Las Palmas y Levante, dos de los mejores conjuntos de la categoría. En sendos empates, la disposición inicial de los blanquiazules ha sido la misma. El sistema, aparentemente, es de un 5-3-2 en bloque medio-bajo, pero es propenso a modificar su estructura a un 5-4-1 o un 5-2-3 dependiendo del contexto del partido. Yáñez en portería, probablemente el mejor jugador de la temporada para el Málaga CF y un intocable.
La línea defensiva, que ha sufrido muchos desajustes durante la temporada, parece que finalmente se ha asentado con 5 piezas fijas. Delmás como carrilero derecho está mejorando partido tras partido y Cristian en el lado izquierdo, que está siendo la revelación de la temporada y ha sentado a Javi Jiménez. Los tres centrales son Ramalho, Burgos y Juande. El vizcaíno ha evolucionado a pasos agigantados y se ha convertido en uno de los pilares del equipo. El argentino y el cordobés se sienten más cómodos cuando les acompaña un central rápido como Ramalho. Esta zona defensiva ha encajado dos goles en dos partidos, siendo uno de penalti y el otro un golpeo lejano de Pejiño, un dato que habla bien de las garantías que ofrece el entramado defensivo.
El centro del campo del Málaga se ha limitado a juntar ‘jugones’. Jugadores de las características de Escassi, Genaro o N’Diaye (apartado del grupo) están quedando relegados a un rol de suplentes o, como los llama Pellicer, soluciones. Febas, Villalba y la gran novedad del sistema, Ramón, son los tres elegidos para controlar la sala de máquinas de los boquerones. El ‘6’ estaba realizando una temporada paúperrima sin prácticamente oportunidades y el entrenador ha vuelto a confiar en él como hizo en la temporada 2019-2020. Cabe destacar que no ha podido completar ninguno de los dos partidos completos por falta de ritmo competitivo.
En la zona más ofensiva, la responsabilidad de facturar los goles que salven al Málaga recae sobre dos hombres: Fran Sol y Lago Junior. El marfileño ‘ha caído de pie’ en Martiricos y su actitud dentro y fuera del campo le han llevado a portar el brazalete de capitán. Tres goles y una asistencia acreditan al extremo para liderar al equipo. Por otra parte, el madrileño se encarga del trabajo ‘sucio’. Bregar, ir al salto, chocar y descargar son las tareas principales del ‘9’. Sol ha anotado cuatro goles y ha repartido dos asistencias esta temporada. Niguno ha disputado los 90′ de ambos partidos. Rubén Castro suele ser la solución habitual.