El Málaga necesita más dinero para acabar la temporada. Es así de claro. Los 5 millones que el club consiguió a través del mecanismo de intermediación de LaLiga, se han quedado cortos. Y con las dificultades, especialmente por la pandemia, para traspasar a algún jugador, un nuevo préstamo parece ser la solución. Eso, al menos, para llegar a final del curso 20/21 sin excesivos problemas.
La situación es tan delicada que ni las severas medidas de control de gasto han servido para ser autosuficientes. Como el ERE a la plantilla el pasado verano. De ahí que el administrador judicial, José María Muñoz, ya haya iniciado los trámites para solicitar otro préstamo, un crédito puente. La jueza deberá dar su consentimiento, lo que parece que hará. Pero la otra solución, descartada en su momento según indicó en su día el propio gestor, es la de volver a entrar en concurso de acreedores.
Todo se podría solucionar cuando se pueda acometer la ampliación de capital. Y para que ello se produzca es necesario que se resuelva el caso BlueBay. Después, que finalice la auditoría que está peritando el valor de las acciones del club. También ayudaría si se consigue que los embargos al jeque acaben en un beneficio tangible para el Málaga.
De ahí que, a día de hoy, no se puedan acometer ciertas operaciones. Como la del fichaje definitivo de Yanis Rahmani. El millón de euros en el que está fijada su opción de compra es inabordable. Si nada cambia, el futbolista, autor de 5 goles y 5 asistencias, debería volver al Almería. José Gomes no contaba con él. Habrá que ver lo que opina su sucesor en el banquillo rojiblanco. Pero lo que sí es seguro es que el Málaga necesita dinero.