Pepe Mel optó por la dupla Luis Muñoz-Ramón ante el Lugo y el rendimiento ofensivo del equipo fue notorio. Existía la duda de quién iba a ser el sustituto de Alfred N’Diaye ante los gallegos y pese a que las quinielas apuntaban a Genaro, el preparador blanquiazul optó por ese nuevo binomio para la construcción. Más allá de la victoria, la productividad de la pareja fue notable.
No era una decisión fácil. Hasta la fecha Alfred N’Diaye se había mostrado en el terreno de juego como el futbolista del equipo que daba equilibrio, orden e incluso ofrecía funciones extras. Pepe Mel tenía que resolver ese contratiempo y lo hizo con un nuevo binomio. Por un lado, Luis Muñoz, que estuvo imperial, y Ramón Enríquez que recordó al de las años atrás.
El capitán del Málaga CF estuvo imperial y eso que aun no anda fino. Una imagen muy parecida ofreció Ramón. Nadie va a descubrir cuales son sus virtudes, pero la sensación hasta hace poco es que no estaba cómodo, feliz y con cierto temor en el verde. Ante el Lugo firmó un notable partido. Pocos errores, inteligencia y un paso adelante necesario para el de Órgiva. Se tuvo que vestir de N’Diaye en un centro del campo con jugadores más físicos, más corpulentos, pero ahí el malagueño supo leer el choque a la perfección. Completó el partido, no lo hacía desde hace más de ocho meses, con un porcentaje del 91% de acierto en el pase.
La confianza de Pepe Mel en ambos futbolistas es total. Una nueva pareja. Una nueva dupla y una titánica pelea para tres posiciones. La pizarra del madrileño es clara. Le toca al míster del Málaga elegir a los candidatos. Piezas no les falta. Al contrario, hay hasta canteranos que aprietan como Dani Lorenzo. Todo ello sin contar a Jozabed, Febas, Villalba y compañía.
Creo que con Luis Muñoz, Ramón y N’diaye tenemos un centro del campo de lujo para segunda división.
total!